Si una cosa tiene el rey Felipe, es que se piensa que por el hecho de ser rey, tiene que ir siempre excesívamente tenso, siempre sin salir de lo que marca el protocolo, siempre con un ademán de intensito propio de una monarquía ramplona y con tufo de naftalina. Solo hay que ver los mensajes que suelta cada 24 de diciembre por la noche ante todo el país, unos mensajes de Nochebuena que parecen en blanco y negro. Por no hablar de las pocas, poquísimas veces que lo vemos dejándose ir, siendo espontáneo o mostrándose ante la ciudadanía como alguien próximo, como sí hacen muchos homólogos suyos en Europa. Por eso, lo que vimos hace un par de días en Cádiz hizo que muchos se frotaran los ojos.

Felipe y Letizia, en Cádiz / @CasaReal

Felipe y Letizia, ella con una explícita herida en el codo, con motivo del IX Congreso Internacional de la Lengua Española, fueron hacia Cádiz, donde asistieron, entre otras actividades, a un concierto flamenco en el Teatro Falla de la ciudad andaluza. Lo que no se esperaban los monarcas fue el recibimiento que tuvieron. Un percusionista de la ciudad, otro peruano y un músico experto en tocar el cajón congregaron a 65 espontáneos que se animaron a tocar este característico instrumento, recibiendo al sonido de las palmas a Felipe y Letizia. La imagen que sorprendió a todo el mundo fue que Felipe, por un día se soltó, se sentó allí en medio, y se puso a tocar él también un cajón al ritmo de la rumba catalana. Letizia, eso sí, incomodísima allí en medio, sin animarse a hacerlo también ella, mirando como un pasmarote a su marido, que parecía disfrutar del momento.

"Tenemos el primer rey cajonero", fue una frase que se repitió. La cuestión es que no ha sido casualidad verlo tocar así el cajón. Y es que el diario El Español revela que el arte de Felipe tocando el cajón no es flor de un día. Como dice el mencionado medio, "en esto de tocar el cajón el Rey no es novato". Explican que el Borbón tiene en casa dos cajones como el que tocó en Cádiz, y que siempre que quiere relajarse un ratito, sin que nadie lo vea, se pone a hacer ir las manos:  "Tiene dos en casa y cuando tiene tiempo, que es casi nunca, busca un hueco para practicar y relajarse con ello. Es autodidacta, pero se ve muchos vídeos por Internet y las cosas le van saliendo", explica una persona de su entorno.

Felipe, tocando el 'cajón' en Cádiz / GTRES

¿Y qué hacen los dos instrumentos en Zarzuela? Uno de ellos hace tiempo que está. De hecho, fue un regalo que le hicieron a su padre Juan Carlos, pero el campechano se ve que prefiere tocar otras cosas que un cajón. Nadie recuerda en palacio quién se lo regaló al padre de Felipe, pero el caso es que "Su hijo mostró interés por él y se lo quedó". El otro cajón llegó al Pabellón del Príncipe después de que Felipe y Letizia, entonces príncipes, fueron a un espectáculo de la bailaora Sara Baras, coincidiendo con diferentes artistas de flamenco. Felipe comentó que le gustaba mucho el instrumento, y uno de ellos le hizo llegar uno a casa unos días después. Pasión, sin embargo, que seguro que practica en solitario en Zarzuela. Viendo a Letizia cómo no hacía el más mínimo intento de sumarse, está claro que la reina, cuando Felipe toca el cajón en casa, debe pasar olímpicamente.