Felipe no quiere ni ver a Letizia. Por tercer fin de semana casi consecutivos se ha marchado de Madrid dejando a su mujer en Zarzuela, o donde ella quiera. Vidas separadas, muy a menudo y en plena crisis de imagen por el escándalo Del Burgo. Es la manera que el nuevo capitán de la Corona, Camilo Villarino, ha escogido para superar el doble problema: evitar el divorcio y al mismo tiempo mostrar que Felipe no ha consentido los cuernos de su mujer con su cuñado. La solución está a la vista de todos: los reyes no comparten complicidad, afecto ni lecho, y Felipe se marcha cada fin de semana fuera de la capital, donde lo retrata toda la prensa local, de Soria, Lleida y Huesca, las tres provincias que ha visitado haciendo turismo de interior y de montaña. Mientras Felipe copa portadas solo, en Hola o la prensa, Letizia se esconde de viernes a domingo. Una manera de dejar claras dos cosas: el matrimonio va cada uno por su lado porque Felipe no ha perdonado los cuernos, y quien sale por todas partes es el rey a quien fotografía de fin de semana la agencia oficial EFE, pagada por los ciudadanos. Letizia es la consorte y su fin de semana no aparece. El foco, para él.

Felipe en Formigal, EFE

Así EFE es prensa rosa, como la prensa local. Diarios como El Norte de Castilla, Segre o El Heraldo de Aragón ofrecen las actividades del monarca, siempre las mismas: salir a andar o esquiar y comer en restaurantes de lujo con compañía de amigos masculinos de sesenta años. Un papelote para el jefe del Estado, de quien se espera una imagen menos pija y más popular. Este sábado por la noche la prensa aragonesa destaca que Felipe cenó en un restaurante exclusivo de 18 comensales en medio de las montañas y bailó al sonido de la música de un famoso cantante catalán, Loquillo. No podía ser ningún otro, exiliado en el País Vasco, el barcelonés hostil con todoel procés que ha vivido Catalunya los últimos años, canta himnos machistas como La mataré y Felipe cantándola. ¿Estaría pensando en alguna mujer en concreto?

Loquillo GTRES
Felipe, GTRES

Escribe El Herado de Aragón: El Herado de Aragón: "El rey Felipe VI disfruta de la música en Formigal al ritmo de Loquillo y Los Ronaldos: en el restaurante La Glera además de su escolta le acompañaba un grupo de amigos, su primo Beltrán Gómez-Acebo y el director general de las pistas. Por la noche, la cena fue en M The Club, uno de los establecimientos de moda en Formigal. Se advirtió al público cercano y al propio artista que no se podrían tomar imágenes en el interior. El monarca siguió la actuación con deleite y se le vio incluso tararear varias de las canciones, especialmente algunas de Loquillo y Los Ronaldos". Los escoltas fueron especialmente desagradables con los otros comensales para no grabar a Felipe tarareando un artista que glorifica la violencia machista, la de Loquillo que grita "Que no la encuentré jamás O sé que la mataré Por favor Solo quiero matarla a punta de navaja Besándola una vez más",  "Según coinciden en afirmar varios testigos presenciales, la seguridad del rey informó al resto de comensales de que no podían hacer fotos. "Si sacáis el móvil os largáis del restaurante", dijeron. "La verdad es que fueron bastante desagradables". 

Desagradables, maleducados e ilegales: ninguna ley permite privar del móvil a nadie dentro de un restaurante. Felipe pijo, cornudo y escoltado por energúmenos. La Corona haciendo el ridículo otra vez.