Ser rey porque yo lo valgo, ser el monarca porque sí, sin que nadie lo haya escogido, comporta, entre muchos otros privilegios, que puedas tener la afición que te salga del moño. Una afición carísima. Los Borbones se tendrían que tapar un poco a la hora de demostrar la poca importancia que le dan al dinero, un dinero que sale de nuestros bolsillos. Es lo que tiene creerse por encima del bien y el mal, que todo el mundo les ría las gracias y que se llenen los bolsillos a manos llenas desde hace años. Y Felipe, por mucho que después se llene la boca y se ponga intensito en el discurso del 24 de diciembre, tiene la mano igual de rota que su papi Juancar. Y precisamente en la mano, o para ser más exactos, en la muñeca, es donde se puede ver esta poca vergüenza endémica. ¿En forma de qué?: de carísimo hobby que luce orgulloso. Y es que al rey Felipe le vuelven locos los relojes.
"El rey Felipe tiene relojes para todos los gustos, algunos de ellos valorados en miles de euros", dicen a Vanitatis a raíz de la pasada ceremonia de coronación del rey Carlos III de Inglaterra. Explican qué modelito llevó para aquella ocasión. "No es el más lujoso, tampoco es el más caro, pero hemos podido verlo en numerosas ocasiones y parece ser que se ha convertido en su elección para algunos momentos clave". Se trata de un reloj de la firma Swatch, modelo Swatch Sistem Damier SUTB406, de color oscuro, deportivo, y que cuesta unos 155 euros. Recuerdan que lo ha llevado de vacaciones en Mallorca, en recepciones con mandatarios internacionales, o en Cádiz, cuando se arrancó a tocar el cajón, otra de sus pasiones.
Las estanterías de Zarzuela, sin embargo, tienen muchas otras piezas más en sus vitrinas. Objetos exclusivos y al alcance de muy pocos bolsillos. A Felipe le entusiasman los relojes y siempre que puede, añade un ejemplar más a su colección. Por ejemplo, el día de su proclamación lució una edición limitada Roadster Automatic de Cartier o el día que se casó su hermana, la infanta Elena, y se puso un Corum Mens que cuesta ni más ni menos que 7.000 euros. Durante los Juegos Olímpicos de Pekín llevó un Olympic Seamaster Planet Ocean de Omega, que tiene un valor que supera los 4.000 euros. Los tiene de todas las gamas, formas y colores. Uno de sus favoritos es el Aerospace Evo Titanio con correa negra Volcano de Breitling. Cronógrafo multifunción equipado con tecnología suiza de última generación valorado en 3.170 euros.
Otra de las joyas de la corona fue el reloj que llevó cuando fue con su hija Leonor a conocer a su hermana Sofía el día que esta nació. Un Officine Luminor Marina de Panerai, valorado en 4.900 euros, que se ha puesto en otras grandes ocasiones. ¿Cuál es una de sus piezas más caras? Uno que se pone cuando se va de regatas o en alguna boda al extranjero. Un Audemars Piguet modelo Royal Oak City of Sails de edición limitada y correa de caucho y esfera de acero de, atención, 15.000 euros... Seguro que Felipe no tiene problemas para saber la hora que es en todo momento... Lo que ya iría siendo hora es de que de una vez por todas se acabe con esta farsa de la monarquía española.