Felipe VI sigue aislado en cuarentena y sin relacionarse con Letizia y las hijas a causa de un contacto estrecho con una persona, no se sabe si hombre o mujer, positiva de COVID. El contacto se produjo durante el fin de semana en el tiempo libre y en una actividad privada del jefe del Estado. Zarzuela sigue ocultando toda la información: quien, cuándo, cómo y por que el rey estaba solo. Ni siquiera han informado si la prueba de coronavirus a que se ha sometido el monarca es positiva o negativa. Con tanta opacidad, Madrid es un nido de rumores. Queda desmentido el primer hombre señalado, Álvaro Fuster:
Álvaro Fuster y Beatriz Mira serán padres de su tercer hijo, ¡enhorabuena! https://t.co/0frvQ26mJg pic.twitter.com/60EqP7VxTJ
— Revista ¡HOLA! (@hola) May 3, 2016
El martes un diario, El Cierre Digital, publicaba que el contacto estrecho el domingo por la noche fue este amigo íntimo del rey. Álvaro Fuster había ha dado positivo. Pero el mismo martes otro digital de mucha más audiencia, El Español, desmentía el nombre: "Ese medio apuntaba a que el pasado domingo Álvaro y el monarca cenaron juntos en un acto privado, extremo que ha podido desmentir El Español". Fuster no cenó con el rey y queda descartado como la persona X, que sigue siendo un misterio. El Español apunta a otro sospechoso.
Según fuentes del entorno real el culpable es un segurata: "Pudo ser una persona del servicio de seguridad de Felipe VI la portadora del contagio. La proximidad entre el escolta y el protegido, el rey, podría haberse producido el pasado sábado en una actividad lúdica deportiva en la que la que ni la reina ni sus hijas estuvieron presentes". Qué actividad lúdico-deportiva. Los malpensados tienen campo para correr pero el diario unionista no está para metáforas malévolas. Era un partido de pádel.
Felipe VI tiene que seguir una cuarentena de 10 días a partir de hacerse la PCR. Zarzuela sigue cancelando actos oficiales pero este viernes el rey participa vía telemática en el V Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo en Barcelona. Se ahorra ir a Catalunya pero da la cara para ver qué aspecto tiene. El misterio del contagio sigue y todo apunta que el rey tuvo muy cerca el sábado a un guardaespaldas con exceso de celo.