La prensa de derechas ha publicado mucha literatura sobre la animadversión de Pedro Sánchez al rey Felipe pero poco o nada sobre el camino inverso: a la Corona le da asco el gobierno de izquierdas y republicano de PSOE-Podemos. Entre los diversos gestos de enfrentamiento: Letizia mirando de reojo a Sánchez o Zarzuela distribuyendo una foto torcida del nuevo gobierno y borrándola una vez pillados. Ahora otro detalle alucinante: Felipe encajar la mano a políticos de izquierdas con tiritas de plástico. ¿Enfermedad? ¿Superstición? ¿Repulsión?. Casa Real lo niega en Cuatro:

EFE (Lunes mediodía)

Estas son escenas de la toma de posesión de los ministros, el lunes. Por la noche, pocas horas después, Felipe viajó a Omán en el Golfo Pérsico por la muerte del Sultán y encajó la mano al sucesor. ¡Alehop! Ya no tenía ninguna tirita. No le molesta la mano cuando abraza jeques, emires o sátrapas pero sí cuando saluda a ministros democráticos.

Casa Real (Lunes por la noche)

Llueve sobre mojado: el pasado mes de junio, cuando saludaba a portavoces de grupos parlamentarios, Felipe ya llevaba tiritas igual, como con Jaume Asens. En ese caso tiritas dobles, porque es de izquierdas y catalán:

Felipe tiene problemas de salud: sufre de narcolepsia como reveló Peñafiel y ahora sabemos que es alérgico. Como no le pasa en Omán ya sabemos a qué: es alérgico a la democracia.