Los reyes Felipe y Letizia están en Croacia en viaje oficial. Establecidos en el lujosísimo hotel Sheraton Zagreb, luciendo sus mejores galas, los monarcas españoles no han parado de participar en actos institucionales oficiales, recibidos en todo momento por el presidente de aquel país, Zoran Milanovic, y su mujer, Sanja Music. Primera visita oficial de un jefe del Estado al país de los Balcanes justo cuando se celebra el 30.º aniversario del inicio de las relaciones diplomáticas con España. Ya sólo aterrizar en un día lluvioso y lleno de niebla, fueron recibidos por un cordón en honor suyo donde estaban el embajador de España, la de Croacia, asesores diplomáticos y otros altos cargos. Felipe, para marcarse un punto, quiso pasar revista a las tropas teniendo un gesto hacia el país que lo acoge y utilizó una fórmula castrense: "'¡Pozdrav Vojnici"!.
🇭🇷Los Reyes llegan al Aeropuerto de Zagreb para dar comienzo a su primera Visita Oficial a la República de Croacia.
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) November 16, 2022
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Después, actos y más actos, cenas y más cenas, modelitos y más modelitos. Se ha hablado mucho estos días de los pendientes de diamantes que ha llevado la asturiana, cedidos por su suegra la reina Sofía. También, de un vestido espectacular de la diseñadora Teresa Helbig. O del vestido con escote joya de Böuret, de la diseñadora Vanessa Datorre.
Entre todos los actos, destacaba en la agenda la cena de honor en el Palacio Presidencial de Croacia. Y, evidentemente, el habitual discursito del rey español. Felipe, de pie, en el atril, llenándose la boca de hermandad, de palabras conciliadoras y agradecidas y soltando bondades sobre el país anfitrión, tejiendo puentes con España y bla, bla, bla.
Lo hizo en castellano, pero al final quiso tener un detallito con el presidente croata, su mujer y el resto de invitados y autoridades de aquel país. Después de decir "Permítame que ahora levante mi copa, y permítame decirles en croata...", pronuncia una palabra, probablemente "¡Zdravlje"! es decir, ¡Salud!, no sin antes enredarse y preguntar "¿Es así?". No sabemos si es así o asá, lo que sí sabemos es que no le salió del todo bien. ¿Y quién no disimuló nada a la hora de partirse la caja? Su mujer Letizia. Sin ninguna intención de que no se notara, se desorina descaradamente mientras susurra con la primera dama croata. Por mucho que intenta cubrirse la boca, es más que evidente que no se ha cortado un pelo a la hora de mofarse con el intento torpe de Felipe, incapaz de decir una sola palabra en croata sin equivocarse:
Después, el tradicional brindis con Letizia haciendo el paripé de ni siquiera mojarse los labios, limitándose sólo a hacer chocar las copas. Felipe, una vez más, haciendo el ridículo... y Letizia cachondeándose.