Quien sabe qué hubiera pasado si un día, por estas fechas, pero de hace ya unos cuantos años, Felipe no hubiera cedido a las voluntades de la Casa Real. La Navidad a menudo es una época nostálgica, de recordar tiempos pasados. Y Felipe no escapa a esta melancolía. Porque hace 19 años, era muy feliz y estaba a punto de pasar las Navidades con una joven noruega, de nombre Eva Sannum, que cautivó a todo el mundo desde que se los vio juntos en una boda de unos royals europeos.
Cuatro meses después de esta imagen, se produjo lo que nadie se esperaba: el príncipe Felipe anunciaba ante unos periodistas, que rompían. La revista Vanitatis recuerda cómo fue todo. Una reunión del gabinete de comunicación de Zarzuela con algunos reporteros. Pero en aquella copa de Navidad no había ni rastro de los reyes o los príncipes. El entonces jefe de la Casa Real era Fernando Almansa. Y entre polvorón y polvorón, "sucedió lo inesperado. Estábamos tan tranquilos de charleta cuando aparece el Príncipe. Nos saluda y nos dice que nos tiene que contar algo. Yo pensé que nos iba a dar el anuncio de su boda con Eva Sannum. Estábamos expectantes, y nos quedamos atónitos cuando nos cuenta que ha roto con ella. Como vino se fue”, son palabras de Mariángel Alcázar.
"Por razones estrictamente personales y particulares, cada uno seguirá su camino en la vida. La decisión ha sido tomada libremente y de mutuo acuerdo”, les dijo Felipe. Todo el mundo alucinando. Pero él se tomaría la venganza: "Esta ruptura tuvo también consecuencias en el terreno familiar y en el organigrama de Zarzuela. El Príncipe estuvo tiempo sin hablarse con su padre y exigió la salida de Fernando Almansa a cambio de dejar a Sannum".