El viaje oficial de Felipe y Letizia a Holanda ha sido un desastre para la imagen de la reina. A los 51 años. Letizia ha ofrecido una imagen fatal, que ya no puede ni aguantar un besamanos de pie. Es de las pocas cosas que se exigen a una reina: estar en buen estado para soportar que las autoridades desfilen delante suyo y poner buena cara. Letizia ya no está ni para eso y ofreció una imagen enferma al lado de la siempre magnífica Máxima de Holanda, que es un año mayor que Letizia y también tiene que llevar zapatos de tacón alto. Si una persona tiene problemas en el pie es muy sencillo: abandona el zapato alto. ¿Cree Letizia que alguien le criticará usar zapato plano si sufre una enfermedad del pie incapacitante? Ni los más críticos con la monarquía le reprocharían que cambiara de calzado. Mucho peor es preocuparse por ofrecer una imagen esbelta encima de 15 centímetros de zapato y acabar haciendo un besamanos internacional sentada como si fuera Juan Carlos en silla de ruedas:

Letizia sentada al besamanos, EFE

Esta es la foto del viaje oficial: Letizia ya no está ni para eso, ni un simple besamanos. Felipe ha acabado de decidir que su mujer está amortizada y ha tomado una decisión definitiva: la aparta de la agenda de Casa Real. Lo que hasta ahora era un secreto medianamente disimulado ahora ya es un anuncio oficial: Letizia ya no tiene agenda, no preside ni un solo acto oficial y todas y cada una de sus apariciones son como comparsa de Felipe. Su papel de reina ha quedado sepultado. Ahora ya solo es reina consorte. Es el primer paso para la hoja de ruta que se ha planteado Camilo Villarino, jefe de Casa Real: reducir el papel de Letizia de reina a reina consorte y finalmente el destino que le espera: reina madre. Este es el protocolo secreto que está siguiendo Zarzuela: apartar poco a poco a Letizia de la actividad oficial para poner en su lugar a su hija mayor, Leonor. Los dos años que le quedan a la princesa en el Ejército los soportará Felipe dejando mostrarse a Letizia solo en actos oficiales del rey. Y esta semana después del papelote de Letizia dando lástima en el Palacio Real holandés es definitiva: el rey tiene ocho actos oficiales, la reina Sofía presidirá uno y Letizia ninguno. Brutal.

Letizia en Amsterdam, GTRES

Felipe y su mano derecha, el sr. Villarino, vieron cómo la prensa y las redes sociales alababan hasta la extenuación el gran papel de Letizia como oradora en los actos que preside sola. Eso hizo que Felipe tuviera "frío de pies", envidia. ¿Cómo puede ser que Letizia, la adúltera, la plebeya, reciba alabanzas desmesuradas por pronunciar discursos como quien lee el teleprómter del Telediario y Felipe nunca destaque como orador? Solución: Letizia deja de presidir actos, y cuando acompaña al rey no puede abrir la boca, es Felipe VI quien pronuncia los discursos y Letizia se sienta, sonríe y aplaude. Este es el papelote que le han reservado a Letizia, una Sofía como cualquier otra, aislada, callada y medio marciana. Letizia esta semana post Amsterdam hará como todo el mes anterior: solo tiene tres actos, el martes y miércoles por el Cervantes y viernes con deportistas, y los tres son actos del rey Felipe donde Letizia va de acompañante. La han fulminado desde hace un mes, no tiene ningún acto sola, no preside, no habla. Es la nada. Y un detalle está agravando la situación de Letizia en Palacio: Jaime del Burgo no calla. Su último tuit es muy, pero muy, peligroso. Denuncia la pederastia de los hombres poderosos:

El examante de Letizia, quien conoce todos los secretos de Palacio y los ha ido difundiendo en redes, ahora tuitea el vídeo de un programa político del HBO, el de Bill Mahler, que carga contra dirigentes de TV y hombres poderosos acusados de pedofilia. Del Burgo escribe "Claro como el agua". Da miedo pensar que Del Burgo tenga alguna cosa que decir sobre este delito aberrante en hombres poderosos más próximos a él. Solo tirando la piedra y escondiendo la mano causa pánico en los entornos monárquicos, que no saben por dónde piensa tirar Jaime del Burgo ahora que parece callado. En cualquier caso, quien puso bajo el foco a alguien tan imprevisible, poderoso e incontrolable como Del Burgo es Letizia. Sus errores del pasado no la dejan descansar. Ni cuando se sienta en una silla en un besamanos dando las primeras muestras que su reinado está acabándose. Y Felipe ya ha puesto el pulgar abajo: que le corten la cabeza. En su caso, que le corten la agenda. Letizia, decorativa.