19 de junio de 2014, el día que nació Felipe VI. El príncipe se convirtió en rana, en el gran sapo, en jefe del Estado, poniendo un seis en su marcador, por los cinco antepasados borbón que fueron monarcas antes que él. Felipe cumple años de rey cuando empieza el verano, y este año al tratarse de un aniversario redondo, diez años, se celebra con pompa y circunstancia. En realidad se celebra para eclipsar el otro cumpleaños que Zarzuela no quiere ni recordar: los 20 años de la boda real que colocó al enemigo en casa, la reina Letizia, la republicana, atea, divorciada, proletaria, izquierdosa, feminista, proabortista y libre Letizia. También es su décimo aniversario de reina pero Casa Real no le quiere reconocer, no tendrá ningún protagonismo en la efeméride y en las fotos que ha distribuido Zarzuela por los 10 años ella es la gran ausente. España solo tiene un rey, ella es la consorte. Y una analista de ideología similar a Letizia, Patricia Centeno, habitual de TV3, ha destripado las imágenes oficial de Felipe por los 10 años. Son lo que todos temíamos tratándose de Zarzuela: un horror y un error.
Patricia Centeno ha estudiado las imágenes y detalla todos los errores de comunicación, algunos muy ridículos de inseguridad infantil como el monarca se hace bordar en las camisas sus iniciales FB, que escoja una corbata verde para proclamar "Viva El Rey De España", es decir "Viva yo", o cargar el despacho de símbolos de España como la bandera rojigualda cuando él, por definición, es el representante máximo del Estado. Cae en la reiteración por miedo a parecer poco español. Es un caso ridículo del monarca y de su acomplejado grupo de asesores. Y sobre todo es no entender nada. Felipe no es un alcalde o un diputado.
Hay otro detalle revelador de las fotos, el profundo sentimiento anticatalán del rey. De todos sus discursos en diez años, donde ha habido pandemias, guerras, repeticiones electorales, mociones de censura por corrupción, exilio de suyo padre también por corrupto... el único discurso del rey Felipe VI que será recordado es el del 3-O, que aplaudió las porras y la brutalidad policial contra los votantes catalanes del 1-O. No es casual que el rey se retrate ante un cuadro con su antepasado más anticatalanista, Carlos III, que prohibió el catalán a la enseñanza:
Felipe VI inseguro, acomplejado, reiterativo, anticatalán, infantil pero hay mucho más en las fotos, la parte más ridícula, las fotos intensito, en blanco y negro, mirando al horizonte o mirando papeles sin saber qué papel mira y sin que exista un solo ordenador o tablet en la mesa del despacho lleno de carcoma, maderas nobles y caspa. La Centeno lo vuelve a clavar, parece el No Do, el Noticiario del franquismo:
Alfombras arrugadas, americana sin abrochar, papeles que no se mueven en diferentes fotos que parece que mira, sentado en una mesa mirando el móvil como un sexagenario que juega a la serpiente o hace match en Tinder y la cara de "Coño qué venía yo a hacer aquí". Leonor, ven ya.