La semana del escándalo de la herencia de decenas, quien sabe si centenares, de millones opacos de Juan Carlos no acaba hasta que lo dice Jaime Peñafiel. La herencia está envenenada aunque Felipe mintiera diciendo que renunciaba porque no puede y porque pasará a Leonor y el rey no puede renunciar por ella. Peñafiel destapa otra herencia que Felipe recibió de un multimillonario menorquín a la que decidió no renunciar. Y lo más grave, la mayoría del dinero no fue a caridad sino a sus hijas Leonor y Sofía.
Escribe Peñafiel en El Mundo: : "Felipe no rechazó la herencia de Juan Ignacio Balada, un monárquico menorquín, masón, reservado soltero y solitario. En caso de que Felipe y Letizia no hubieran aceptado la herencia, Balada había decidido fuera entregada al Estado de Israel. En 2010, los entonces Príncipes, sus hijas Leonor y Sofía y los seis nietos restantes recibían casi 11 millones de euros del millonario a quien ni conocían y que a les legó todo: casas, pisos, garajes, un pequeño palacete, dinero...". Felipe dijo: antes de que vaya a Israel, me lo quedo yo.
Peñafiel remata a Felipe y revela cómo hicieron ver que aquel dinero no era para él y los ocho nietos de Juan Carlos: "Creó la Fundación Hesperia, con sede en el Palacio de la Zarzuela. Cada uno de los nietos de los Reyes recibiría, a la mayoría de edad, la cantidad de 70.000 euros. Felipe y Letizia pagaron 682.544 euros en impuestos sucesorios y destinaron 140.000 euros a una Fundación para personas con discapacidad de Menorca". Son habas contadas: cada uno de los 8 nietos ha recibido o recibirá 70 mil euros a los 18 años (total 560 mil euros) mientras que para los discapacitados menorquines sólo quedan 140 mil. Repugnante.
Ahora ya sabemos las decenas de miles que tienen Froilán (21 años), Victoria Federica (19 años), Juan Urdangarin (20 años) y Pablo Urdangarin (19 años), los cuatro nietos mayores de edad que malgastan esta fortuna balear que tenía que ir a los pobres o a los judíos y ha acabado en el bolsillo de Felipe y los niños. Y dice que si acaso, cuando llegue el momento, ya renunciará a la otra, a la gorda.