El año 2024 ha empezado como acabó el 2023, con los Borbones repartidos, los unos en la otra punta del mundo, Tú a Boston y yo a California, o en este caso, Tú a  Zarzuela, yo a Grecia y yo a Abu Dhabi. Hacia allí fueron las infantas Elena y Cristina, Victoria Federica y Froilán, Pablo e Irene Urdangarin, para celebrar el 86.º aniversario del abuelo Juan Carlos en la fiesta que le organizaron con jamoncito y Los del Río cantando La Macarena. A Grecia fue la reina Sofía, que pasó de hacer el paripé en el cumpleaños de su querido maridito para asistir al aniversario de la muerte de su hermano Constantino. Y en Zarzuela se quedaron los miembros de la familia real, menos la infanta Sofía, que ya ha vuelto a hacer el bachillerato en el internado del UWC Atlantic College de Gales. Por lo tanto, quedémonos con Felipe, Letizia y Leonor, que ha tenido unos días antes de reincorporarse a la academia militar de Zaragoza.

Leonor, Letizia y Felipe en la Pascua Militar / GTRES

Después de celebrar la Pascua Militar, y temerosa en todo momento de que su ex Jaime del Burgo se despierte con ganas de jarana y vuelva a publicar mensajes o imágenes comprometedoras en las redes, Letizia quiso refugiarse en una cita que tiene marcada en rojo en el calendario y que no se pierde nunca. Ni ella ni su marido ni su hija: ir a ver a su padre el 6 de enero y zamparse el tradicional roscón de reyes, una costumbre que han mantenido desde que la asturiana y el Borbón eran novios y a la que a veces han ido a escondidas. No ha sido el caso de este 2024, donde se les ha visto a los tres llegar y salir de la cita en el domicilio de Jesús Ortiz y su pareja, Ana Togores.

Jesús Ortiz y Ana Togores / GTRES

El Borbón y su mujer llegaron en un coche sin distintivos, con Felipe al volante y la reina sentada al lado en el asiento de copiloto. La sorpresa, sin embargo, fue que detrás suyo había una ocupante más, ni más ni menos que su hija mayor, la princesa, la heredera, Leonor. Padre e hija en el mismo coche. Y es que Felipe se ha pasado por el forro, una vez más, los consejos y la norma no escrita que tienen grabada en fuego los monárquicos de cuajo. Y es la de no viajar en el mismo vehículo que su hija, para preservar la institución en caso de desgracia en forma de accidente. Los borbónicos están que trinan: “Resulta sorprendente que el rey y la princesa de Asturias viajaran en el mismo vehículo. No deberían haberlo hecho, por seguridad”, dicen fuentes próximas a Monarquía Confidencial.

Felipe, Letizia... y Leonor, en el mismo coche, a la salida de la casa de Jesús Ortiz / GTRES
Felipe, Letizia... y Leonor, en el mismo coche, a la salida de la casa de Jesús Ortiz / GTRES

Es sabido que en las familias reales, el monarca y el heredero o heredera no tienen que utilizar el mismo medio de transporte por si hay emergencias y que no les afecte a los dos, especialmente en aviones o helicópteros, pero también en coches, "Así se aplicó desde el principio en la familia real, con don Juan Carlos en el trono y siendo Felipe un niño". Felipe pasa olímpicamente de la medida: "Fuentes con acceso a La Zarzuela dan por supuesto que el protocolo para ese desplazamiento tuvo que ser concretado por el propio rey Felipe VI, al tratarse de un evento de carácter familiar, sin protocolos ni escolta". Los monárquicos, irados, y de los nervios, por lo que pueda pasar: “Aunque se trate de un evento privado hay que salvaguardar la sucesión al trono de Leonor. Nadie, en realidad, lo prohíbe, pero es aconsejable que el monarca y el primero en la línea de sucesión al trono no se desplacen juntos”. 

Felipe, Letizia... y Leonor, en el mismo coche, a la salida de la casa de Jesús Ortiz / GTRES

Un intento de proximidad, ir juntitos a ver al abuelo asturiano, como una familia feliz, que hará temblar a los defensores de la patria que querrían preservar la monarquía hasta el fin de los días, no fuera que algún día se tuviera que lamentar una desgracia y no hubiera un plan B al no separar a la familia en los desplazamientos.