Las gradas de la final de la Copa Davis que ha ganado España eran una explosión de nacionalismo español. Todo rojigualdo: bufandas, banderas, pulseras, el rey y Javier Ortega Smith. El concejal ultraderechista en el Ayuntamiento de Madrid anunció que detestaba a Gerard Piqué y que no pensaba saludarlo ni ahora ni en el futuro. Una muestra más del talante de Vox. Diferente es el trato que le ha dispensado el rey Felipe al sr. Smith. Le cambia la cara al monarca:
Contento como si se reencontrara con Eva Sannum. Una sonrisa de oreja a oreja encajando la mano en un señor contrario a las Leyes de lucha contra la violencia de género o de protección al colectivo LGTBI, o contrario a la Constitución que se quiere petar las autonomías. Pequeñeces, a mis brazos amigo Smith. Muy distinto a su pasotismo al ver a Gerard Piqué:
Será que al monarca le gusta más el look del de Vox: fachaleco y bandera de España a la muñeca. Como si fuera Todo es mentira pero en lugar de Laura Borràs, un ultra.
Felipe es de derechas, queda por saber de cuál de ellas.