Se acerca la fecha: 6 de diciembre. Día de la Constitución y último aniversario redondo de la Carta Magna que Juan Carlos se ve con ánimo de celebrar, ahora que es octogenario. La Carta Magna cumple 40 años este jueves y como estaba anunciado desde septiembre, él exige estar allí y así será. La tesis ya publicada es la siguiente: "Don Juan Carlos se resiste al sacrificio. No quiere abdicar, no quiere renunciar a su presencia en unos actos que justifican toda una vida. La Constitución y el 23-F son los jalones de su reinado". Dicho y hecho. Ni la foto con el heredero saudí le impidiera ir al Congreso de los diputados con su hijo. Por primera vez en democracia dos reyes juntos en la sede de la soberanía nacional. Pero Felipe le quiere lejos y el protocolo le envía al quinto pino.
GTRES
Como quién oye llover, Felipe no se sentará al lado del rey emérito. La ficción de tener cuatro reyes tiene un límite. Rey sólo hay uno: Felipe. Letizia no es reina sino consorte y los padres son eméritos pero no reinan. Felipe quiere que quede claro y el diario más monárquico de España lo explica con toda la crudeza: "En la zona en la que habitualmente están los taquígrafos, delante de la presidencia, se instalará otra presidencia en la que se situará Don Juan Carlos con los presidentes del Gobierno de la democracia y los padres de la Constitución" (ABC). Aznar, Roca, Zapatero, Herrero de Miñón... todas los jarrones chinos de la democracia y allí entre todos el más grande: Juan Carlos. En el rincón donde las taquígrafas copian todo lo que se dice en la tribuna. En el palco presidencial del acto sólo uno: Felipe VI.
EFE
Juan Carlos no irá al "gallinero", como él calificó la tribuna de invitados. Tampoco co-presidirá el acto. No tendrá ninguna función. Va al rincón de pensar. El discurso será de su hijo. Ni siquiera cuidará de la heredera. Leonor se toma el puente y no asistirá a ninguno de los actos conmemorativos de los 40 años de Constitución. ¿Y Letizia? Ella es la mano que mece la cuna.