Una buena nueva tendría que hacer estallar el panorama royal europeo: después de una serie de divorcios, escándalos y enfermedades, por fin hay motivos para montar una buena jarana. Una princesa pasará por el altar el próximo 28 de septiembre, habrá bodorrio. Un muy esperado, cuando menos por parte de los protagonistas del gran día: una pareja que realizó la petición de mano hace 6 años, en el año 2018. Desde aquel día se han convertido en expertos en el arte de la procrastinación. Entre unas cosas y otros, nunca encontraban el momento. Una pandemia, una muerte y unos problemas judiciales del novio han retrasado la fecha, pero finalmente es oficial: hablamos de la boda de Teodora de Grecia y Dinamarca con el abogado norteamericano Matthew Kumar.
La prima del rey de España e hija del difunto Constantino II de Grecia, hermano de la emérita Sofía, se convertirá en una mujer casada en Atenas, un destino sorprendente. La idea inicial era hacerlo en Porto Heli, la localidad griega donde los padres compraron una casa al volver del exilio. Se apunta un escenario como la catedral Metropolitano en la capital del país, el mismo templo donde se celebró la boda de Juan Carlos y Sofía hace 6 décadas, y que acogió la última boda royal en el año 2021. Este acontecimiento reunirá a la flor y la nata de los royals, con invitaciones de primer orden: por ejemplo, Felipe y Letizia.
Si los reyes de España asisten finalmente al enlace, la ocasión se convertirá en una cita informativa de primera magnitud. Ver a una pareja como la española, a la que le ha caído la careta por la vuelta del caso Jaime del Burgo, resultará un caramelo para los ojos más fisgones y con sentido crítico. No hay que decir que la invitación es un marrón incómodo precisamente por lo que representa: un papelón mayúsculo en una ceremonia delicada. No están Felipe y Letizia para bodas, ni siquiera la suya. Pero es oficial, Teodora quiere que su primo lidere una representación bien nutrida de los royals españoles. Hay que dar prestigio al enlace, que para eso han tenido que esperar para culminar sus grandes sueños: casarse y ser una estrella de Hollywood.
La sorpresa del anuncio, difundido a través de varios medios helenos, es también porque se suponía que el novio Matthew estaba pasando un momento delicado. Perdió la licencia para ejercer de abogado en los EE.UU. por gastarse el dinero de los fondos de inversión de sus clientes para gastos personales. En el mes de febrero hablar de boda era una utopía, pero se ve que se lo ha tomado de la mejor manera: casándose y celebrando una luna de miel bien larga, hasta marzo del 2025. No falla: si te acercas a los royals, todo cambia, todo es relativo. Cuando la mayoría bajaría la cabeza de la vergüenza, ellos la levantan y la pasean como un pavo real. No son de este mundo, no.