El viaje oficial de 4 días a Cuba de los reyes Felipe y Letizia está vaciando el armario, el de las excusas por visitar una dictadura caribeña y el de ropa. Letizia ha hecho como siempre en casos de marcar paquete patriótico: rojo España y punto y final. Quien ha sorprendido ha sido Felipe, que para un paseo por las calles de la Habana se ha vestido con una indumentaria en exceso informal. Parece un oficinista en Cuba haciendo de guiri a punto de serle birlada la cartera mientras mira embelesado los edificios. Camisa por fuera, mocasines, boli al bolsillo y empanado:
El vídeo muestra decenas de guardaespaldas como armarios cubanos, y el matrimonio monárquico haciendo el turista rodeados de policía secreta del régimen castrista. No hace tanto calor en el Caribe para ir con la camisa por fuera como un narcotraficante de Miami, pero el armario de Felipe es limitado. Letizia va mejor, calzada para caminar entre el empedrado de la capital. La foto de la expo fotográfica con Letizia mirándose a ella en unos premios princesa de Girona es un espejo: Letizia mira a Letiza, como diciéndose "No estoy mal" (operada).
Letizia no necesita guardaespaldas, tiene los hombros musculosos como Terminator. Si en Cuba no hay democracia, no viene de aquí. Viva Fidel.