Felipe y Letizia han vuelto en Cataluña pero a escondidas. Sin avisar y sin poner un pie en la calle: del avión al Palacete Albéniz de Montjuïc. En la cima de la montaña maldita, donde fusilaron a Companys y donde están enterradas las dos hijos del poeta Joan Margarit, a quien han entregado el Premio Cervantes. La excusa para no avisar es que era un "acto privado". Humillar a Margarit cerca de la tumba de sus hijas, un castigo por independentista.
El poeta hizo un pregón en la Mercè de 2019 que todos los medios unionistas y el PP en el Ayuntamiento criticaron por "independentista". ¿Es Margarit indepe? En una entrevista en El Mundo lo aclaraba: "¿Que si me ha desengañado el independentismo? Difícil contestar a eso. No olvide que a los cinco años me golpearon por hablar en catalán. Existe un miedo dentro de mí que puedo paliar con cultura, pero no evitarlo. A mí España me da miedo. Porque España es un país cruel".
España cruel como hacerlo ir al culo de BCN, a Montjuïc, cerca del cuerpo de sus dos hijas, solo porque Felipe no se cruce con gente. "No sé si lo mererzco" dice Margarit. Si se refería al galardón o al mal trago con Felipe y Letizia sólo lo sabe él. Lo mejor es leer cualquiera de sus maravillosos poemas.
Los reyes incluso cuando aciertan, l apifian. En la foto solo una persona de doce mira atrás, a BCN: Letizia. Será que tiene miedo de la gente. De los catalanes.