Irene Urdangarin acaba de cumplir 18 años. La hija pequeña de Iñaki y Cristina ya es mayor de edad desde hace unos días, y ahora vuelve a ser protagonista por un doble motivo. Por una parte, por los intentos de reconciliación de su padre con sus hijos, después de romper el matrimonio con su madre y caer en brazos de Ainhoa Armentia. El exduque de Palma quiere recuperar el amor de Juan, Pablo, Miguel e Irene como sea, pero la benjamina no se lo pondrá fácil. Cuando estalló todo el escándalo era menor y se solidarizó con la madre cornuda porque es la que vive con Cristina y se traga las lágrimas de su madre en casa. La revista Hola revela que padre e hija han pasado horas juntos en Barcelona y le ha impuesto una condición para la reconciliación: no quiere ver ni en puntura a la madrastra, Ainhoa Armentia. Unas imágenes, las de los hijos de Cristina con Ainhoa, que destrozarían a la infanta.
La otra cuestión que tiene ocupada a Irene Urdangarin es su graduación. Dentro de dos días, el viernes 16 de junio, tendrá lugar su fiesta de graduación en el instituto de Ginebra donde ha hecho el bachillerato. Una especie de puesta de largo como la que vivió su prima Leonor, donde habrá sus amigos de Suiza y Barcelona. Pero además, también irán hacia allí su padre Iñaki, veremos si su pareja Ainhoa Armentia, su abuela por parte de padre, Claire Liebaert, algunos tíos (hermanos de Iñaki), probablemente los abuelos por parte de madre, Juan Carlos (que viajaría desde de Abu Dhabi con su nieto y primo de Irene, Felipe Juan Froilán) y Sofía, y su otra prima con la que se lleva de maravilla, Victoria Federica, con su madre y tía de la protagonista, la infanta Elena.
¿Y las otras dos primas, Leonor y Sofía? ¿Y sus otros tíos, Felipe y Letizia? Pasando olímpicamente del tema. Según explica la revista Vanity Fair, ni están ni se les espera: "El día 16 de junio toda la familia real (a excepción de los reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía) acompañará a Irene Urdangarín en su gran fiesta de graduación". No hacen el mínimo esfuerzo por acercar posturas ni demostrarle el más mínimo afecto y cariño a la infanta Cristina en un día que tiene marcado en rojo, muy importante para ella, y que sería un buen motivo para dejar las diferencias en Zarzuela y que su hija Irene se sintiera acompañada, y más, por los reyes de España, la heredera y la infanta Sofía.
Cristina, harta de que su cuñada y por extensión, su hermano, que hace todo lo que dice Letizia, le hayan hecho el vacío de esta manera. Tal y como explica el citado medio, "Apenas han coincidido aunque el verano pasado, don Felipe sí pudo estar con su hermana (que llevaba nueve años sin ir a Palma), no así doña Letizia, que llegó más tarde a Mallorca. Con él estuvo también en enero de este año con motivo del funeral de su tío Constantino de Grecia en Atenas. Allí sí vimos a doña Letizia saludando muy cariñosa a sus sobrinos pero no le vimos intercambiar ningún gesto con su cuñada. Con los reyes no existe prácticamente relación". Cristina, dolida, que esperaba quizás un gesto de reconciliación, asistiendo los cuatro miembros de la familia real a la graduación de su hija... Cosa que no pasará.