Probablemente la monarquía española sea la más opaca de las realezas europeas. Si comparamos a los Borbones con otros reyes y familias reales, la comparación siempre nos deja unos royals mucho más abiertos, transparentes y próximos con la ciudadanía que los españoles, acostumbrados a mostrarse intensitos, poco naturales, con tufo de naftalina y con unas maneras de ser y hacer propias de otros tiempos pretéritos. A menudo hemos dicho cómo es imposible ver a Felipe, Letizia y compañía como sí hemos visto por ejemplo a la monarquía holandesa o a la belga, incluso la británica, con demostraciones públicas de espontaneidad y con vídeos dirigiéndose a los ciudadanos de su país, sonrientes, cómplices, y no el mensaje anual del rey el 24 de diciembre con cara de vinagre.
Uno de los problemas principales (que ya les va bien) que tienen en España es esta terror que le tienen a explicarse, a hablar y a responder a las dudas que tienen las personas del país que reinan. Es lo que tiene pasarse la vida yendo a inauguraciones y actos protocolarios a hacer el paripé, y a que les den cuatro golpecitos en la espalda, volviendo la espalda, y valga la redundancia, a los problemas reales de los ciudadanos. Y ya no hablemos conceder algún puñetero día en su vida, una entrevista. Por si las moscas. Felipe y Letizia han estado entregando el Premio Cerecedo al periodista Carlos Alsina de Onda Cero.
Un Alsina que, como buen homenajeado, se sentó en medio de Felipe y de Letizia. Y Susanna Griso tenía curiosidad por saber qué se dijeron y de qué hablaron. Y Alsina le ha revelado parte de la intrahistoria de estos galardones en Espejo público, tal como explican en Vanitatis. La presentadora catalana intentando sonsacarle a Alsina algún fragmento de conversación y su compañero que le suelta un misterioso: "Yo lo he intentado, pero he fracasado". ¿De qué hablaba? ¿Qué intento ha hecho que no ha llegado a buen puerto? Una petición muy concreta a los monarcas, aprovechando que los tenía a ambos lados.
Alsina le argumentaba a Susanna Griso cómo ha intentado durante la conversación, conseguir lo que habría sido "una verdadera joya en su carrera y que es casi una espinita para el periodista"... Ni más ni menos que "Le pedí una entrevista, pero no hay manera". Griso corrobora que "en eso no ceden ninguno de los dos". "Pues si no es conmigo con Susanna, pero tampoco", explica el periodista, que no ha tenido éxito en su negociación con los reyes. El periodista bromea hablando de lo que sería "el caramelo profesional" en caso de tener una entrevista con los reyes que de momento tendrá que esperar. Él y el resto de periodistas que lo han pedido. Asumiendo la negativa, Griso ha querido saber más cosas o momentos de conversación entre el premiado y los reyes, y más, teniendo en cuenta que Letizia antes era periodista. Y en este sentido, Alsina ha puesto de manifiesto "el gran interés que no solo la Reina tiene por el sector, y ha recalcado lo importante que para el rey Felipe VI es este prestigioso premio de periodismo". Felipe y Letizia llenándose la boca hablando de la importancia de un premio periodístico mientras se niegan una y otra vez a una parte importante del periodismo: las entrevistas. Conversaciones donde les hagan preguntas y ellos tengan que responder. Entonces, claro está, ya no les interesa tanto el periodismo.