Ya sabemos qué tiene en el banco el rey de España. Felipe VI sigue maniobrando para librarse de la infame historia económica de su padre Juan Carlos, y que ha acabado con el emérito a miles de kilómetros de su reino, escondido en una jaula de oro árabe. Marcar distancias, físicas y de cualquier tipo, es una prioridad en todos y cada uno de los movimientos del actual depositario de la Corona. Si uno es blanco, el otro es negro. Si uno come kebabs, el otro deja de hacerlo. Si uno tiene 2.000 millones en los bolsillos, el otro tiene 2,5. O eso nos quieren hacer creer, claro. Como aquello de renunciar a la herencia, y tal. Ya veremos.

Total, que la Casa Real ha hecho un comunicado detallando el patrimonio del Borbón, y más de uno puede decir: Felipe es el rey más pobre de la historia. Lacrimógeno. Su servicio a la patria y esfuerzos ímprobos no se corresponden con su hucha, en la que lleva ahorrando céntimos desde la niñez. Hormiguita, hormiguita, no una cigarra como su padre. Hablando de céntimos: 2.573.392 euros con 80. Es lo que dice tener entre efectivo, depósitos, valores, obras de arte, joyas e incluso antigüedades. Es jorobado, pero Umtiti es mucho más rico que él sobre el papel. Y trabajando parecido.

Felipe y Juan Carlos / EFE

Sólo un apunte que no podemos dejar pasar de largo: hay una diferencia abismal entre la cifra que sale de Zarzuela y la que medios de comunicación e informes independientes de todo el mundo han hecho pública durante los últimos años. Uno de ellos es el Businnes Insider, que dispara la cantidad a 17 millones. Como particularidad, señala un hecho que quizás podría hacerle entrar en el Libro Guiness de los Récords: el niño de 9 años mejor pagado del mundo. Mientras Felipe jugaba con muñequitos y aprendía a ir en bicicleta, su cartilla de ahorros infantiles crecía a lo loco: 148.000 euros al año. Eso si que es una paga, y no la que recibíamos el resto. Esta cantidad, una vez llegado a la mayoría de edad, subía 63.000 euros más como oficial de los ejércitos. Es difícil creer a los Borbones cuando hablan del dinero que tiene en el banco, la verdad. Van de transparentes cuando la realidad es radicalmente diferente.

Felipe antes de convertirse en el niño de 9 años más rico de la Historia / EFE

Esta impresión es compartida por muchos ciudadanos del estado. Sí, republicanos, indepes y más desafectos, pero seguro que muchos monárquicos no se creen ni una palabra, pero su devoción les impide hacerlo público. Las reacciones al informe económico son infinitas y reflejan el descrédito. Por ejemplo, un actor y estrella de TV3 que, además, de la Casa Real sabe algo: los ha estudiado mucho tiempo, especialmente al patriarca Juan Carlos. Su interpretación en 'Polònia' es una institución todavía más reconocida y admirable que la de la Jefatura del Estado: Toni Albà. Al de Vilanova i la Geltrú no se la dan con queso, y firma un tuit marca de la casa producto de la alucinación que le provoca este acto de transparencia: "¿2'5 millones? ¿Dónde? ¿En la mesilla de noche?"

Toni Albà haciendo de Juan Carlos a 'Polònia' / TV3

No seamos malpensados: quizás Felipe y sus gestores se han confundido y han publicado lo que tenían en los bolsillos, o lo que se había colado en los cojines del sofá de casa. La típica calderilla que cae de los pantalones. 2'5 millones. ¿Por cierto, y Letizia? ¿Por qué ella no publica su informe? ¿O es que todavía lo están tuneando?