Felipe es un jefe de Estado que lo es porque le ha caído del cielo. Por muchas fechorías, corruptelas y adulterios que haya cometido Juan Carlos, nadie le niega la capacidad, o mejor dicho, la habilidad de moverse bien durante el final del Franquismo y la Transición para colocarse en la cúspide del Estado, en lugar de su padre, Juan de Borbón, el legítimo heredero de la Corona, y en lugar de una República que era lo que las encuestas decían que saldría. Movió los hilos con el Ejército y los políticos y se coló él en la Constitución. Es el único nombre propio que aparece en el texto. Felipe no ha tenido que mover ni un dedo para que el cargo le caiga del cielo. Toda su formación ha sido de niño pijo: los amigos, los lujos, los hobbies, el carácter apocado. Niño mimado de Sofía, con la carrera universitaria regalada y sin saber ni entonar un discurso o transmitir una imagen poderosa. Como dijo Pilar Eyre a EN Blau, Felipe es de derechas. Y se le nota en todo, en el lenguaje, el vestir y ahora también en un rincón absurdamente ostentoso e innecesario que tiene en Zarzuela. Ha salido a la luz por error, en una sesión de fotos oficial con el presidente de Colombia. La foto es esta:
Letizia y Felipe con Gustavo Petro y su mujer, Verónica Alcoce. Los fotógrafos quisieron tomar imágenes laterales y por sorpresa aparece una pista de pádel. En la sede de la jefatura del Estado se supone que tiene que haber lo estrictamente necesario para ejercer el trabajo y para vivir. Pero el Borbón confunde el lugar de trabajo, propiedad del Estado y un club privado con pistas de pádel para que el rey haga unos toques de raqueta con amigos como López Madrid, el compiyogui condenado por corrupción. Al lado más detalles ostentoso y clasistas: tener en casa un grupo de columpios, toboganes y casetas infantiles para que puedan jugar las hijas, no sea que pisen un parque, y una casita de madera que podría ser una sauna. Demasiado cerca de la zona noble del rey como para ser la casita del jardinero. Parece una mansión de Pedralbes hecha a medida para un futbolista pero no. Es la sede del Estado donde cada detalle es importante. Una foto que proyecta una imagen de Felipe desastrosa: alejado de la mayoría de la gente, de clase alta, de gustos pijos y pagado con impuestos. Si la monarquía tiene que ser ejemplaridad, Felipe es un meme.
Cada vez que un medio publica detalles íntimos y pijos de los reyes, Felipe y Letizia se indignan. Secretos que salen a la luz porque el matrimonio tiene que ser sometido al escrutinio de la prensa. Letizia y Felipe fueron capaces en una ocasión de llamar al director de un diario, cuando El Mundo lo dirigía un catalán honesto, David Jiménez, porque la reina había dicho literalmente "Tu diario es una mierda". Eran los famosos whatsapps entre la reina y López Madrid, otro pijo corrupto amigo íntimo del matrimonio real. Escribía Letizia al amigo compiyogui con el móvil pinchado por corrupto: "Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you!!!)"..
Escribe el exdirector del diario que publicó los whatsapps que lo llamó el rey Felipe: "Recibí una llamada de un número oculto. "Soy el rey", escucho al otro lado del teléfono. "Te llamo para pedirte disculpas en mi nombre y el de la reina. Los mensajes no eran apropiados".Y le pasó el teléfono a Letizia que también tuvo que disculparse. La mierda no es el periodista que publica la noticia sino la noticia: tener una jefe del Estado, y señora, totalmente alejados de la realidad y moviéndose solo entre élites. Que vaya con cuidado: Juan Carlos empezó a caer cuando lo pillaron de safari de lujo en plena crisis. Los detalles son importantes.