Las familias desunidas solo se comportan con cierta dignidad cuando se muere uno de los miembros del clan. Es entonces cuando quedan lejos las desavenencias, los reproches y los odios, por respeto al difunto. Eso es así excepto en la Familia Borbón. Este domingo 8 de septiembre se ha celebrado el funeral por la muerte de otro hijo de la infanta Pilar, Juan Gómez Acebo, poco después de la muerte de otro de los hermanos, Fernando. Juan sufría un cáncer que a los 54 años fue fatal. Como el primo del rey Felipe murió el 12 de agosto mientras toda la familia estaba de vacaciones, se pospuso el funeral a septiembre, creyendo que reuniría a todos los Borbones. Pues no, Letizia no ha querido acercarse hasta el funeral y la imagen de Felipe entrando solo de luto riguroso, sin su mujer confirmará lo que hace tiempo que se publica: que Letizia se ha excluido o la han excluido de la Familia del rey.
Más inesperada que la ausencia de Letizia ha sido la del rey Juan Carlos, que podría ser que se reservara para la ceremonia de la noche, a las 20:30, porque el emérito se encuentra en Madrid, durmiendo desde el viernes en el Hotel Four Seasons, y todo el mundo da por hecho que en un momento u otro dará el pésame personalmente a su familia de sangre, a los hijos de su difunta hermana Pilar. Letizia ni está ni se la espera. Su lugar hace tiempo que lo ocupa la hermana del rey, la infanta Cristina. Desde que se supo que Letizia daba un paso al lado en el protocolo real, Cristina ha vuelto a la Familia y protagoniza todo tipo de actos, bodas, inauguraciones y ahora también funerales. Cristina ocupa el lugar que tendría que ocupar Letizia. Al funeral ha ido dentro de un coche que conducía su hijo pequeño Miguel Urdangarin y de copiloto el hijo mediano Pablo Urdangarin. En los asientos de atrás Cristina y su prima griega Alexia: Después se ha añadido Irene, la hija pequeña.
Este domingo por la noche sobre las 20.30 horas, habrá una segunda ceremonia religiosa en la Catedral de las Fuerzas Armadas, oficiada por el padre Serafín. Todo el mundo entiende que con la presencia de los eméritos pero no la de Letizia, que ha desaparecido de todas las celebraciones familiares, bodas, funerales y actos privados. Letizia queda como la reina madre de Leonor, a la que mantiene alejada de todos estos ritos familiares, para apartarla de la familia a pesar de ser mayor de edad. No se explica que Pablo deje sus obligaciones profesionales en Barcelona para ir al funeral de un tío muerto y Leonor, que está en Marín, no haga lo mismo. Letizia ha conseguido mantenerla apartada, ella y su hija y heredera. Felipe, solo. A la vista de toda España.