El pasado sábado, el rey Felipe se encontraba rodeado de gente, miembros de seguridad, soldaditos españoles como él y vecinos curiosos y monárquicos de Oviedo, dispuestos a presenciar el desfile en honor al Día, de las Fuerzas Armadas que el monarca presidió en la capital asturiana. Un acto cargado con la habitual pompa y circunstancia y tufo a naftalina, donde la única cosa que salió del guion fue un vecino del bloque de pisos que había en frente, que en medio de tanta banderita rojigualda tuvo el valor de colgar una bandera republicana en los morros del Borbón.
En este acto, como ven, Felipe iba acompañado de su mujer, la reina Letizia. Un par de sábados atrás, sin embargo, Felipe no iba con ella. ¿Dónde estaba? En Madrid. Lo más sorprendente, sin embargo, es que no se encontraba en palacio, en Zarzuela, o en algún acto institucional, sino en un lugar donde llama mucho la atención su presencia, básicamente por las circunstancias de todo. Tal como explica en exclusiva Vanitatis, el pasado sábado 11 de mayo, un "ilustre viandante se mezcló con el gentío en la zona más concurrida de la capital". Y es que, sí, sí, Felipe "protagonizó una curiosa tarde de shopping, sin Letizia, en el centro de Madrid", aprovechando uno de los pocos sábados libres que ha tenido este mes. Estupor de los peatones y madrileños que reconocieron al monarca, en pleno centro de Madrid, de tiendas, con las calles llenas a rebosar.
Media tarde, todo el mundo en las calles, y las calles principales de la zona, llenas hasta los topes, en concreto, Fuencarral y Hortaleza, que, como dicen en la mencionada publicación, eran un "hervidero de gente. Las terrazas de los bares llenas, las tiendas haciendo caja y las aceras y zonas peatonales sin mucho espacio para un paseo tranquilo". Y allí en medio, como si fuera "¿Dónde está Wally?", o más bien, "¿Dónde está Philly?", el Borbón, eso sí, sin gorra y jersey a rayas rojas y blancas. ¿Qué hacía allí?: "Pero pasear tranquilo no era, precisamente, el objetivo del rey Felipe en esa tarde de sábado". Y es que su objetivo era visitar algunas de las tiendas de la zona, "lo hacía, además, con cierto éxito, ya que hemos podido confirmar que el monarca llevaba bolsas en las manos mientras recorria a pie los trayectos entre tienda y tienda".
Una zona por la cual Felipe y Letizia han estado a menudo, cuando hacen una de sus escapaditas nocturnas a cenar o al cine. El sábado 11, sin embargo, aprovechando que no tenía ningún acto oficial, fue de tiendas, sin Letizia, que tuviera o no algún plan alternativo, no le acompañaba:"al menos durante unas horas, el matrimonio decidió hacer planes por separado". Quién sabe si el motivo de querer ir solo (acompañado, of course, de un escolta que entraba con el rey a todas las tiendas que él visitaba, mientras que otros miembros de seguridad se quedaban cerca, fuera, y también había situados un par de motoristas de la Policía Nacional) era que se acercaba una fecha marcada en rojo en el calendario, el 22 de mayo, cuando él y su mujer cumplían 20 años de casados. ¿Una regalito para Letizia?: "quizá el objetivo de esta tarde de compras en solitario era conseguir el regalo ideal para su mujer. La pena es que no hemos podido saber si lo logró, ya que don Felipe sí llevaba alguna bolsa en la mano con sus adquisiciones, pero no se adivinaba lo que había en su interior".
¿Cómo iba vestido, para ir semi de incógnito? Con un polo color azul claro, pantalones chinos marrón claro y unas zapatillas deportivas de la marca mallorquina Yuccs, también de color marrón. "Lo curioso es que, a pesar del despliegue de seguridad que lo acompañaba, el monarca pasó bastante desapercibido en esta ruta comercial. Sí hemos podido saber que en alguna de las tiendas fue reconocido de inmediato, aunque ninguno de los clientes que compartieron con él espacio lo importunaron ni molestaron". Ahora la duda que le queda a todo el mundo es: ¿qué compró? ¿Qué le regaló a Letizia?