8 años y parece que fue ayer cuándo Felipe VI tomaba el relevo de Juan Carlos como rey de España. Un 19 de junio de 2014, el padre se convertía en emérito después de abdicar de la Corona. Una decisión que llegaba tras el escándalo de Botsuana, la fiesta, Corinna, la cadera y el "lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir". De continúas bajadas físicas y problemas de salud que no se podían esconder. Y de la imputación de su hija Cristina por el caso Nóos. Vaya, calentita la cosa. Pero lo que empezó a gestionar su hijo Felipe a partir de aquel momento tampoco ha sido menos intenso. Más bien, todo lo contrario.
Con Juan Carlos como una jarrón chino en Zarzuela empezó el baile. Los escándalos se convertían en el día a día de la agenda oficial, siempre sacando agua de un barco que se hundía. Las decisiones, casi todas, han sido de tipo familiar, alejando al garbanzo podrido hasta que lo invitó a largarse bien lejos de España. 8 años después y con un padre fugado en la mochila, lo vemos ajado a Felipe, la verdad. Tiene 54 años pero a veces parece más cascado. Pero no ha sido por trabajar dejándose la piel como rey. De hecho sólo trabajó en una ocasión. Y de la peor manera, haciendo de primer ultra españolista y antiindepe: el famoso discurso del 3-O contra Catalunya. El resto, contando el confinamiento por el coronavirus y las Nochebuenas... mucho teletrabajo en general. Trabajar poco. Pero no lo decimos nosotros, no. Es el titular escogido por una buena fuente.
Tan buena y próxima como la Agencia EFE. La agencia, con mayúsculas, vaya. La del régimen. El de ahora y el de antes, aquel militar bajito y sanguinario. EFE sigue fielmente el día a día de la Casa Real y de su titular, cosa que es muy útil para saber qué hace, aunque lo que hace no sea nada útil. Paradojas de la vida. El caso es que respetan mucho a la institución y sus crónicas destacan por la mesura, la sobriedad. Pero se ve que este domingo alguien se ha levantado un poco confundido por la ola de calor, porque el titular escogido deja al protagonista como un trapo. Perdón, como un vago. Lo capturamos por si acaso alguien lo hace desaparecer, porque es el hazmerreír de la red.
"Felipe VI cumple ocho años en el trono sin celebración al no tener actividad", se titula el pequeño breve de la agencia. Un paraíso de la ambigüedad, del cachondeo, de la interpretación. ¿Qué quiere decir, que no puede celebrarlo por disfrutar de su agenda privada... o que no habrá fiesta porque no trabaja nunca? Porque no suda la gota gorda, porque se toca las narices, porque no curra. Hum. Parece plausible. Pero leerlo en la cuenta de la agencia oficial es un inesperado motivo de mofa general. Avalancha de comentarios ácidos. Sensacional.
Felipe VI cumple ocho años en el trono sin celebración al no tener actividad.https://t.co/eRlCORn4B1
— EFE Noticias (@EFEnoticias) June 19, 2022
Si, bueno toda su vida y la de su familia.
— Irene Lumbera (@ireneGroga) June 19, 2022
A veces inaugura cosas.
¿De actividad mental, ni queda alguna?
— Pere Puntí (@PuntiPere) June 19, 2022
El que hizo el titular ya está actualizado el CV en @InfoJobs
— breadfan ���� (@breadfan33) June 19, 2022
El que hizo el titular ya está actualizado el CV en @InfoJobs
— breadfan ���� (@breadfan33) June 19, 2022
En breve hará la fotosíntesis su nombre en latín (Rex parasitum) es una especie invasora que lleva varios siglos en España. Son longevos, en ocasiones algunos individuos hacen controles de natalidad con la denominada terapia del plomo.
— xoxopower�������� (@jerbreaker) June 19, 2022
Y a mí que con veinte minutos se me duermen las piernas.
— Gabrielo (@Torreznicola) June 19, 2022
Pues nada, si toca felicitar a Felipe lo hacemos desde la más enorme discrepancia. De hecho, no sabemos ni porqué lo hacemos. Como él mismo.