Que la Casa Real española está pésimamente asesorada ya ni cotiza. Pero no podemos descargar toda la responsabilidad en los colaboradores de la Jefatura del Estado, sería injusto. El primer y principal responsable es el rey Felipe VI, y punto. 'El Preparao' podría pensar las cosas dos minutos antes de ejecutarlas, y seguro que así se ahorraría disgustos, críticas y el descrédito cada vez más extendido hacia la institución que representa. Pero vaya, que estamos muy lejos de asistir a este milagro. En Zarzuela no hay nadie al volante, y lo peor de todo: les importa un rábano.
España tiene una Corona totalmente fuera de la realidad de la calle. Solo reaccionan cuando los escándalos y los esperpentos son tan grandes que tienen que hacer el papelón para minimizar daños. Si llegan, lo hacen mal, tarde y con una desgana ofensiva. Si la monarquía quiere ganar adeptos con esta estrategia van directos al abismo: la empatía que demuestran por sus súbditos es igual o menor a cero. Solo alguien que vive totalmente encastillado en delirios medievales puede levantarse un 8 de marzo, Día de la Mujer, y hacer lo que hemos visto en la figura del hijo de Juan Carlos de Borbón. Lamentable, inaudito. Una demostración de poca vergüenza colosal, regia, mayestática. Reyes del despropósito.
La foto lamentable y ofensiva de Felipe VI por el 8-M: ninguna mujer
Lo explicábamos a EN Blau de manera tangencial, pero el clamor es ya tan abrumador que las redes se han abalanzado contra la Casa Real por su peculiar y penosa manera de conmemorar la jornada de reivindicación feminista: llenar el feo y caduco Palacio Real de Madrid de militares de rango y hacerse una foto de familia parar subirse por las paredes. Una instantánea que pasará a la posteridad como la más machirula, machista e insensible de la historia. 26 hombres, rey incluido, ante el objetivo del fotógrafo real. Ninguna mujer. Ni de casualidad. La cúpula militar es un campo de nabos, dicho con todo el respeto hacia nuestros lectores. Y Zarzuela, el estamento supremo que permite este comportamiento infame. Tan infame como el detalle que explicábamos: había una mujer en la sala de recepciones, pero no le han dejado salir en la foto. La han inmortalizado aparte, saludando a Felipe VI, prácticamente como si fuera una atracción de feria. Qué desbarajuste.
Críticas unánimes y furibundas a la Casa Real por una imagen repugnante
Pues bien, Zarzuela recoge lo que siembra con su falta de delicadeza y escrúpulos. La fotografía repugnante está provocando críticas unánimes y furibundas. Una avalancha más que merecida, porque parece increíble que esta gente sean los máximos representantes del Estado y, al mismo tiempo, los responsables de la defensa de una patria que se jacta de moderna, de justa y de bla bla bla. Una trampa, un circo, una mentira. Repasamos todo lo que se está diciendo porque no les falta razón. Solo destacamos un comentario, para abrir boca: "Feliz día de la mujer pintada en la pared".
No hay vergüenza, pero lo más preocupante es que tampoco tienen solución. Solo una, y no les gustará demasiado.