Leonor se embarca este jueves en una nueva aventura que condicionará su futuro. Como próxima Jefa de Estado, la princesa de Asturias ingresará en la Academia General Militar de Zaragoza para cursar en un año los dos primeros cursos con el ejército de tierra. Seguirá los pasos de Juan Carlos y Felipe. Será la primera vez que la academia ingrese a una mujer Jefa de Estado, siempre habían sido hombres.
Como Felipe VI, Leonor está siguiendo todos sus pasos. Estudió hasta la ESO en el colegio Santa Maria de los Rosales, se marchó fuera de España para estudiar bachillerato internacional, volvió para la formación militar y se quedó durante la universidad, que estudió en la pública, el máster lo realizó en Estados Unidos. Sobre Leonor, su formación militar será diferente a la de sus compañeras. Realizará dos cursos en uno y recibirá la máxima puntuación independientemente de la nota. “No será un curso tipo. Ya que en un año deberá asistir a enseñanzas más amplias, pero compartirá ese inicio con cadetes de su edad. Tendrá una formación castrense adaptada y multidisciplinar. Un diseño 'ad hoc' para sacar el mayor partido”, comentó una fuente militar para ABC.
José Aperazena reveló algunos detalles de la vida de Felipe en la formación militar en su libro ‘Los hombres de Felipe VI’, donde desveló que le encantaba la interpretación, bailar y era un forofo del Atlético de Madrid. También habla de los motes que le pusieron en la Academia General Militar de Zaragoza con tan solo 18 años, como Leonor.
Así llamaban a Felipe en la Academia General Militar de Zaragoza donde estudiará Leonor
“Iba a clase muy corto de dinero y pedía préstamos a sus compañeros, que luego les devolvía cuando su padre le pagaba”, revela Apezarena. Al parecer, Felipe tenía una asignación semanal, pero no le llegaba o no sabía administrarla. “Le llamaban con el diminutivo de Flip”, añade el escritor.
Mientras tanto, en la academia le llamaban “'el cadete más', porque siempre decía que era uno más”. Aunque también “le llamaban Winston, por ser el más largo de los rubios”. Aunque no tenía esa fama de mujeriego como su padre, Felipe también era un seductor. Todas las mujeres se volvían locas por él. Alto, atractivo, rubio y de ojos claros, un príncipe de sangre azul.