La relación entre Felipe VI y Letizia ha sido objeto de numerosos rumores y controversias desde el inicio de su matrimonio. Lo que comenzó como un cuento de hadas, con el príncipe enamorado de una periodista de TVE, se ha ido desmoronando con el tiempo, dejando al descubierto secretos oscuros que la Casa Real ha intentado ocultar a toda costa. 

Felipe y Letizia se conocieron gracias a las conexiones del entonces príncipe, quien, a través de Pedro Erquicia, logró ser presentado a la prometedora periodista en una cena en Madrid. Desde ese momento, la relación entre ambos se intensificó rápidamente, llevando al príncipe a apostar todo por Letizia. Sin embargo, la realidad detrás de esta historia de amor ha resultado ser mucho más compleja y sombría de lo que se ha mostrado públicamente.

Boda Felipe Letizia TVE

Felipe VI confió plenamente en la reina Letizia, hasta 2012

En aquellos primeros años, mientras el romance con Felipe florecía, Letizia mantenía relaciones paralelas con otros hombres, como David Tejera y Jaime del Burgo, tal y como reveló Jaime Peñafiel Aunque Felipe confiaba ciegamente en su futura esposa, en el entorno de la Casa Real comenzaban a surgir sospechas sobre la fidelidad de Letizia. Estas sospechas se confirmaron cuando, en 2012, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) habría iniciado una investigación que destapó la continuidad de la relación entre Letizia y Del Burgo, incluso durante sus embarazos de Leonor y Sofía.

Este descubrimiento devastó a Felipe, quien hasta ese momento había confiado plenamente en su esposa y deseaba ampliar la familia. Su sueño era tener al menos tres hijos, siguiendo el ejemplo de su propia familia y la de Letizia, ambas compuestas por tres hermanos. Sin embargo, el varón que tanto anhelaba nunca llegó, y no solo por cuestiones biológicas o de edad, sino porque Felipe tomó una decisión drástica que cambiaría para siempre la dinámica de su matrimonio.

Letizia y Jaime del Burgo foto juntos cuando eran amantes TV3

Felipe VI descartó toda posibilidad de tener un tercer hijo

Cuando Felipe se enteró de la infidelidad y del plan de Letizia de abandonar la Casa Real para estar con Del Burgo, su confianza en ella se rompió de manera irreparable. En un gesto que refleja la gravedad de la situación, decidió que no habría más hijos en su matrimonio. Enfurecido y dolido, tomó la decisión de frenar cualquier posibilidad de un tercer embarazo. Este hecho marcó el inicio de un distanciamiento que se ha mantenido hasta el día de hoy.

A partir de entonces, la convivencia entre Felipe y Letizia cambió radicalmente. Dejaron de compartir la misma cama y las relaciones íntimas se volvieron inexistentes. Aunque nunca se ha hecho público, se dice que este fue el punto de partida del cese de convivencia entre ambos, un tema que ha sido objeto de especulaciones pero que la Casa Real ha negado categóricamente para evitar un escándalo de proporciones mayúsculas.

El intento de divorcio que surgió tras este episodio no se concretó, en parte debido a las implicaciones políticas y sociales que tendría para la monarquía española. No obstante, el daño estaba hecho. Este episodio no solo simbolizó el fin de su confianza en ella, sino también el comienzo de una relación marcada por la desconfianza y la distancia, que ha permanecido bajo una apariencia de normalidad solo por el bien de la Corona.