La tensa relación entre Sofía y Paloma Rocasolano se remonta a la boda de Felipe y Letizia. En esa ocasión, a Jesús Ortiz, padre de Letizia, se le pidió que no asistiera con su pareja, lo que marcó el inicio de las hostilidades. Según el protocolo, Sofía debía acompañar a su hijo Felipe, lo cual se cumplió, mientras que Juan Carlos debía entrar del brazo de su consuegra Paloma, lo que no ocurrió. En cambio, el entonces rey entró acompañado de su hermana Pilar. Este hecho fue muy comentado y criticado, ya que se consideró un desaire hacia la familia de Letizia, quien nunca lo perdonó y lo tuvo presente para futuras ocasiones. Según los comentarios de la época, se argumentó que Paloma, por ser sindicalista e hija de un taxista, no cumplía con la imagen que querían proyectar.
El desaire fue orquestado en Zarzuela, no por Juan Carlos, a quien no le importaban esos detalles. Sin embargo, la decisión fue tomada para evitar que Paloma, descrita como "sindicalista y bajita", acompañara al rey, lo cual, según ellos, habría resultado ridículo y poco solemne. En su lugar, optaron por Pilar, la hermana alta y viuda del rey, desafiando la lógica y el protocolo establecido. Paloma Rocasolano, en cambio, entró al evento del brazo de su hija Telma, quien estaba soltera en ese momento. Además, también vetaron a la segunda esposa de Jesús Ortiz. Estos eventos dejaron a Letizia con un mal recuerdo de su boda, un día en el que, según Pilar Eyre, sufrió fiebre psicosomática debido al estrés y la tensión.
A pesar de las humillaciones, Paloma Rocasolano soportó todo por los beneficios de ser la madre de la reina de España. Estaba orgullosa de su hija Letizia, sabiendo que su ambición la llevaría lejos, aunque no anticipaba hasta qué punto. Hoy, Paloma es considerada una de las mujeres más poderosas de España. Ser la madre de la reina le ha traído numerosos beneficios, aunque no busque estar constantemente en el ojo público. Disfruta siendo reconocida en los mejores restaurantes y tiendas exclusivas, especialmente en las de cosmética y moda.
Paloma Rocasolano aceptó el pacto de silencio a cambio de beneficios
Paloma ha aprovechado su estatus de manera significativa. Visitaba diariamente el Palacio de la Zarzuela, usaba coches oficiales y disfrutaba de comidas exquisitas. Además, solía visitar a Letizia y sus nietas en Marivent y navegaba en el yate Fortuna por el Mediterráneo. Letizia se aseguraba de que no le faltara nada, con dinero que supuestamente provenía de Felipe y, en última instancia, de Juan Carlos. Paloma disfrutó de estos lujos a expensas del emérito y, por extensión, de los ciudadanos españoles.
Desafortunadamente, con la reciente campaña de desprestigio contra la monarquía, Paloma Rocasolano ha perdido todos esos privilegios. Los Borbón han recuperado terreno perdido como una forma de venganza contra Letizia, dejando a Paloma sin los beneficios que alguna vez disfrutó.
La relación de Felipe y Letizia siempre habría sido una farsa, según Maica Vasco. Firmaron un pacto de silencio en el que también participó Jaime del Burgo, pero ahora que el abogado lo ha roto ya no hace falta continuar fingiendo. El rey ha roto relaciones con toda la familia de su mujer. Ya no es bienvenida. Aún Letizia toma alguna decisión en el pabellón del Príncipe, pero en Zarzuela no puede entrar, es terreno de la reina Sofía.