La reina Sofía se ha mantenido al frente de su papel de reina consorte y lo ha defendido con nota. A pesar de las infidelidades de Juan Carlos, por las que a punto estuvo de pedirle el divorcio, la madre de Felipe VI no ha querido romper la unidad familiar. Vive separada del emérito, pero mantiene las formas ante la institución, en su vida privada todo es bien distinto. Es la única miembro de Casa Real que se mantiene en los Presupuestos Generales del Estado desde que les salpicó el caso Nóos. Mantiene funciones institucionales, aunque poco a poco Letizia intenta apartarla para que descanse.
La madre de Felipe ya ha acabado con sus compromisos institucionales. En las próximas semanas viajará a Palma de Mallorca donde como todos los años se instalará en el palacio de Marivent. Permanece en la isla balear hasta septiembre en compañía de su hermana Irene de Grecia, su máximo apoyo. El gobierno balear cedió a Casa Real el palacio a cambio de acudir todos los años un número determinado de días y promocionar el turismo de la isla. La presencia de los reyes, eméritos y las infantas en Mallorca es obligada. Sin embargo, la única que se queda varios meses es Sofía, el resto solo está de paso.
Letizia ordena a Felipe no ir a Palma de Mallorca
Sofía se instalaba en Marivent todos los años con mucha ilusión. Durante el mes de agosto recibía con cariño a todos sus hijos y nietos. Eran unas semanas en las que se mantenían unidos. Desde 2014 no existe ninguna fotografía familiar a las puertas del palacio. La familia está completamente rota. Intentan no coincidir en los mismos días, especialmente Felipe y Letizia que continúan protegiendo la imagen de la corona.
Felipe VI comunica las fechas en las que su familia viajará a Mallorca para que ni Elena ni Cristina aparezcan por ahí, ni tan siquiera sus hijos. Leonor y Sofía no ven a sus abuelos, ni a sus tías ni a sus primos. La gran ilusión de Sofía sería verlos a todos reunidos una última vez.
La emérita es reina hasta en la intimidad, tanto sus hijos como sus nietos la saludan con una reverencia mostrándole así respeto y dejando claro un orden de jerarquía.
Una vez más se demuestra el enorme poder que ejerce Letizia sobre Felipe VI. El rey quiere volver a ver a su familia, todos juntos, sin embargo no le queda más remedio que acatar las órdenes de su mujer, ni quiere discusiones ni perjudicar a la corona. Por ello, cuando el rey queda con sus hermanas o sus sobrinos lo hace en absoluto secretismo, a espaldas de la madre de sus hijas. La reina le ha dejado claro que si coinciden con Cristina y Elena, o algunos de sus hijos, ella y las niñas no van, las dos víctimas.