Se habla mucho del estado de salud del rey emérito Juan Carlos I, después de sus últimas apariciones públicas, en las que se le ha visto con dificultades al caminar, siempre ayudado por sus escoltas o por una silla de ruedas. Sin embargo, los años tampoco pasan en balde para la reina emérita Sofía.

El próximo 2 de noviembre, Sofía cumplirá 85 años. Una edad considerable a la que conviene no hacer demasiados esfuerzos innecesarios y conviene no llevarse disgustos. Algo que, precisamente, no ha podido evitar en los últimos años.

El estado de la reina Sofía preocupa a las infantas Elena y Cristina

La presencia de la reina Letizia no ha beneficiado a la felicidad de Sofía. La emérita se ha visto desplazada en todos los aspectos, incluso en el papel de abuela de la princesa Leonor y la infanta Sofía. La madre de Felipe VI vive arrinconada en la Zarzuela. Su único consuelo es la princesa Irene, conocida coloquialmente en palacio como la ‘tía Pecu’. Mientras tanto, el resto de la familia cercana de Sofía ha sido alejada. El rey emérito Juan Carlos I, las infantas Elena y Cristina, los hijos de ambas… Tampoco tienen permiso para aparecer por la Zarzuela cuando quieran los amigos de Sofía, tal y como habían hecho en el pasado.

Asimismo, a Sofía también le duele ver a sus hijos distanciados. Teme abandonar este mundo y no haber presenciado una reconciliación.

Reina Sofía

Felipe intenta acercarse, pero la respuesta es fría y distante

Un panorama, el del estado de Sofía, que tiene muy preocupadas a sus hijas, Elena y Cristina. Felipe ha intentado acercarse a ellas últimamente. Pero sus hermanas no perdonan que siempre haya puesto a Letizia por delante. Le responden con frialdad e indiferencia. Saben que Letizia sigue mandando en la Zarzuela y están hartas de desprecios, como el de prohibirles que vayan a Marivent cuando están el rey, la reina, Leonor y Sofía, o el de no dejar que la princesa y la infanta se relacionen con el resto de primos.

Es por eso que le exigen un cambio de actitud si quieren un acercamiento de posturas. Y es que aunque él es el rey, no lo parece cuando está Letizia.