La reina Letizia es una persona que genera animadversión en mucha gente. Su imagen altiva en ocasiones, su marcado carácter y la seguridad que muestra en sus apariciones públicas no son aceptadas por buena parte de la opinión pública. Consideran que desde que se convirtió en reina se le han subido los humos.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Y es que esta actitud forma parte de su personalidad. Letizia es una mujer muy feminista y tiene un gran amor propio por ella misma y todas las mujeres. Es de las que no se deja pisotear ni ningunear. De las que no consiente que ningún hombre sienta que está por encima de ella.
La reina Letizia, feminista declarada
Un rasgo que confirma la cronista especializada en la casa real Pilar Eyre. La periodista, con motivo de lo vivido con Luis Rubiales en el palco en la final del Mundial de Fútbol femenino, habló recientemente en un artículo en la revista Lecturas que Letizia es una mujer muy “sensibilizada” con el movimiento feminista. Y que “tiene las ideas muy claras” en este aspecto. “No solo porque su madre y su abuela eran independientes y autónomas, sino porque se ha curtido en el ejercicio diario de una profesión, el periodismo, en la que muchas veces es difícil separar los gestos de acoso de la simple camaradería entre compañeros. Ella lo vivió, que yo sepa, por lo menos una vez”, comenta Eyre, que explica la anécdota.
Letizia manda un aviso a Felipe antes del matrimonio
“Me contó un amigo común que una tarde había ido con ella a tomar café a casa de un importante periodista con mando en una televisión. Y que este le había insinuado que si era ‘buena’ con él tendría un puesto en el nuevo programa que estaban preparando. Letizia se levantó airadamente y en la calle le dijo, furiosa, al amigo, ‘es asqueroso todo lo que tenemos que soportar las mujeres’.
Una firme posición que no solo ha practicado en lo laboral o en actos públicos. Con el rey Felipe VI también fue muy clara desde el principio de la relación. “Uno de los temas que quiso dejar muy claro cuando Felipe le hizo su propuesta de matrimonio fue que ella no iba a ser como su madre. Que el comportamiento de su padre era detestable, que no entendía como su madre lo había aguantado y que ella, a la primera infidelidad, cogía la puerta y se largaba”, asegura Eyre.