A lo largo de los años, el rey Felipe VI ha mantenido una imagen pública reservada, especialmente en lo que respecta a su vida amorosa. A diferencia de su padre, el rey emérito Juan Carlos I, quien fue conocido por su agitada vida sentimental, Felipe siempre ha optado por la discreción y la prudencia. Pese a su timidez y cautela, esto no significa que no haya tenido romances antes de su matrimonio con la reina Letizia. De hecho, se le han atribuido varios amores, aunque muchos de ellos han pasado casi desapercibidos.
Entre esos amores, se destaca una historia que pocos conocen y que involucró a la reconocida modelo y presentadora Inés Sastre. Este romance, envuelto en el misterio, comenzó a principios de la década de los noventa, cuando la vida de ambos jóvenes coincidió en un momento clave. Felipe, con apenas 24 años, y Sastre, recién cumplidos los 18, se conocieron en el marco de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, y lo que inicialmente parecía una simple amistad, se convirtió en algo más.
Inés Sastre, uno de los amores más desconocidos de Felipe VI
El vínculo entre Felipe e Inés comenzó a intensificarse, y aunque sus encuentros se llevaron a cabo con gran discreción, hay relatos que revelan detalles de su relación. Según la periodista Pilar Eyre, quien ha seguido de cerca la vida del monarca, los dos mantenían contacto constante, incluso en momentos inusuales.
Eyre relató que durante las grabaciones de un programa de televisión en el que trabajaba Sastre, la producción se interrumpía todos los días a la misma hora. "A las siete en punto, se detenían las cámaras, y Inés recibía una llamada telefónica en su camerino. Los técnicos sabían que esa conversación no podía ser interrumpida, y todos esperaban pacientemente a que terminara", comentó Eyre, insinuando que esas llamadas provenían de Felipe.
Encuentros con total discreción
Además, los fines de semana, Sastre era recogida por un coche de apariencia oficial, lo que alimentaba los rumores sobre sus encuentros clandestinos. "¡Hubo rollo!", aseguró Pilar Eyre. Aunque no hay confirmación oficial de la naturaleza exacta de su relación, estos detalles sugieren que había algo más que una simple amistad. A pesar de que nunca hicieron público su romance, los dos mantuvieron una cercanía, como lo demuestra un viaje que realizaron juntos a Palma de Mallorca en 1995. Este episodio, fotografiado por los medios, evidenció que su relación aún no había terminado completamente.
Con el paso del tiempo, ambos siguieron caminos distintos. Felipe, por supuesto, se casó con Letizia Ortiz en 2004, mientras que Inés continuó con su carrera en el mundo de la moda y el cine. No obstante, el destino quiso que sus caminos se cruzaran nuevamente en 2015, durante una cena de Estado en Francia. En esa ocasión, organizada por el entonces presidente François Hollande, Inés compartió mesa con Felipe y Letizia, lo que generó una situación visiblemente incómoda para todos los presentes. Aunque fue un encuentro formal, las miradas y tensiones entre los tres no pasaron desapercibidas.