Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón no llegan a un acuerdo de divorcio satisfactorio para ambas partes. Hace dos años desde que ambos emitieron un comunicado donde hacían público el cese de la convivencia. Todo surge a raíz de unas fotografías en las que se vio al exduque de Palma dando un romántico paseo por la playa de Biarritz en compañía de otra mujer. Se trataba de Ainhoa Armentia, una compañera de trabajo. Si un paparazzi no les hubiese fotografiado, el exjugador de balonmano hubiese continuado con ambas relaciones. La infanta no tenía conocimiento de esta relación. Sabía que su matrimonio no atravesaba el mejor momento, pero pensaba que se podrían hablar las cosas. Finalmente no ha sido así. La madre de Juan, Pablo, Miguel e Irene no perdona esta infidelidad, por ello no piensa poner las cosas fáciles al padre de sus hijos.
Juan Carlos es quien se encargará de todos los gastos y quien intenta mediar con su hija y su yerno para llegar a un acuerdo y terminar esta batalla legal cuanto antes. El emérito sabe que esto no beneficia a la corona española, y aunque piensa que Letizia le ha tratado muy mal, no quiere dañar el reinado de su hijo. Por este motivo, fuerza a la infanta a que termine de una vez por todas con esto. En una de sus últimas apariciones en Portlligat, Cristina enseñó a la prensa su anillo de casada. No se lo quita.
Las exigencias de Iñaki son demasiado elevadas, pero están dispuestos a concedérselas por el miedo a que pueda romper su silencio. El exduque de Palma ha formado parte de la familia real española durante más de dos décadas. Sabe demasiadas cosas de Juan Carlos, incluso de Felipe y Letizia, y podría terminar para siempre con la monarquía española.
Iñaki Urdangarin pide dos millones de euros en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que renunció, un sueldo de 25.000 euros mensuales, ahora es de 6.000 euros, mantener su escolta, y varias propiedades de Bidart, que figuran a nombre de ambos. Según Juan Luis Galiacho, Juan Carlos ya le habría ingresado el primer millón de euros.
Felipe VI amenaza a Iñaki Urdangarin: ni Baqueira ni Palma de Mallorca
Hay que intentar que Iñaki Urdangarin permanezca callado o las consecuencias podrían ser terribles. Felipe VI está harto de sus amenazas e indirectas. El año pasado tuvo que presentarse en Baqueira Beret y en Palma de Mallorca para frenarle los pies. El exduque se había presentado con Ainhoa Armentia y se hospedaba en sus casas. Ese ya no es su sitio. Con el puente de diciembre su idea es volver a Vielha, pero el rey se niega en rotundo. Ya le ha enviado una advertencia. En su caos las consecuencias también podrían ser terribles.