Felipe VI cerró su agenda institucional el pasado lunes con una recepción en Zarzuela. Como el resto de españoles, los reyes también se toman un merecido descanso estos días. El monarca tenía planes pero debido a la situación familiar se ha visto en la obligación de cancelarlos para quedarse en Madrid. Como ha sucedido en los últimos años, los padres de Leonor están obligados por sus asesores a mostrarse juntos en algún acto de Semana Santa, generalmente en la Comunidad de Madrid o alrededores. Deben aparentar que son un matrimonio feliz, algo totalmente falso.
Pero no es el único motivo por el que Felipe VI ha debido quedarse en Madrid. Desde que los reyes heredaron el trono se han desvinculado casi por completo de la religión. La Iglesia está muy enfadada y por ello ha reclamado su sitio. Es la reina Sofía quien se encarga de ese tipo de actos. El pasado lunes viajó a Palma de Mallorca para asistir a la tradicional cita del concierto de Pascua. Esta semana también se la podrá ver visitando a pie de calle las mejores procesiones. Esto ayuda a que la Iglesia no se enfade pero tiene otro problema.
Irene de Grecia, la primera vez que se ausenta del concierto de Pascua
Normalmente la reina Sofía siempre estaba acompañada por su hermana Irene. De hecho, este es el primer año en el que la octogenaria no sale de Zarzuela. Debido a su enfermedad, Casa Real ha decidido mantener a la hermana de la emérita encerrada en palacio con todo tipo de cuidados y comodidades.
El Alzheimer es una enfermedad que no tiene cura, y en el caso de Irene está avanzando a pasos agigantados. Hace casi tres años que se comunicó que la hermana de Sofía padecía la enfermedad del olvido. En sus últimas apariciones, Casa Real se atrevía a dejar que se viese públicamente para evitar todo tipo de especulaciones, pero ha llegado un punto en el que es imposible.
Felipe VI ha prometido a su madre que mientras ella esté fuera cumpliendo con sus obligaciones institucionales, él se quedará cuidándola. Irene ha sido como una segunda madre para el monarca y sus dos hermanas. Siempre les ha cuidado cuando sus padres estaban de viaje por compromisos institucionales. Los reyes son los que han puesto a su disposición los mejores neurólogos y enfermeros que están atendiéndola por turnos las 24 horas del día.
Este movimiento hace que salten todas las alarmas y se hable ya de un grave empeoramiento en la salud de Irene de Grecia. La familia está en alerta.