Tal vez por ser los reyes de España o por su pacto de silencio, pero todo lo que sucede entre las paredes de La Zarzuela despierta un gran interés. Las pocas cosas que se conocen de la familia más famosa del país es gracias a expertos en la Casa Real como Jaime Peñafiel o Pilar Eyre, entre otros. Son muchos periodistas los que se han atrevido a escribir biografías no autorizadas de todos los miembros de la Casa Real. Sin embargo, quien más libros acumula es Letizia, la gran protagonista.
La llegada de Letizia revolucionó la Casa Real. Tanto de puertas para dentro como para fuera. Los ciudadanos la acogieron con ilusión, ya que era algo que salía de la norma. Una plebeya que estaban acostumbrados a ver en los informativos de TVE. Alguien tan normal como el resto. Precisamente, es eso lo que no agradó a Juan Carlos I, quien obligó a su hijo a romper su compromiso. Éste se negó en rotundo y amenazó con abandonar la corona.
Felipe se enamoró del carácter autoritario de Letizia
Ante el rechazo de la Casa Real, Felipe y Letizia se unieron en matrimonio en mayo de 2004. La actual reina ha luchado contra todos, pero ha conseguido su fin. La madre de Leonor ha destrozado a toda la familia. Han caído como si fuesen los peones en un tablero de ajedrez. Jaque mate. Se define a la reina como una persona autoritaria y vengativa. Tal vez sus enemigos, que son muchos, son los que tienen calificativos muy deshonestos para ella. Verdad o mentira, es cierto que Letizia tiene un carácter fuerte. Queda patente en cada una de sus apariciones en actos institucionales. Es muy disciplinada. Todo tiene que salir como ella lo ha diseñado, a la perfección.
Precisamente, algunos de estos adjetivos que la definen fueron los que conquistaron al príncipe. Ya cuando la veía en los informativos se quedó prendida de ella por su profesionalidad. Al conocerla más de cerca vio que era una persona con carácter y eso es algo que a Felipe le encanta en las mujeres. Le gusta que tengan su personalidad y que nadie pueda con ellas. Mujeres poderosas. También en el lado más íntimo.
Felipe estaba acostumbrado a que todo el mundo le dijese que sí, pero llegó Letizia para cambiarle los esquemas. Le dio un no. Desde el primer momento le transmitió seguridad y firmeza. Tenía las cosas muy claras y las mantiene. El actual rey se deja mandar, a día de hoy es ella quien ejecuta todos los planes, solo que Felipe es quien pone la cara.
"Ella se resistía, y esto al príncipe, que siempre lo había tenido muy fácil con las mujeres, lo volvió loco. Le encantaba que fuera respondona, descarada, que supiera todo, que no se callara nunca, y ese lenguaje popular tan distinto del que utilizaba su entorno, una endogamia de amigos pijos que se conocían desde la cuna...", relata Pilar Eyre en Lecturas.