Todas las informaciones surgidas durante los días sobre la reina Letizia, traen a colación las revelaciones que ha hecho Pilar Eyre en ocasiones sobre la consorte. Concretamente, aquellas en las que contaba que Letizia había tenido una juventud muy alocada en los campings de la Costa Brava, que recorría haciendo autoestop y donde tuvo más de un romance pasajero. Sin duda, Letizia no desaprovechó el tiempo.
Pero atención, porque Felipe tampoco se queda corto. El rey también tuvo sus momentos de desenfreno. Aunque no goza de la reputación de mujeriego de su padre, en su juventud fue un hombre atractivo que conquistaba a numerosas mujeres, entre ellas Victoria Carvajal, Isabel Sartorius, Eva Sannum y, por supuesto, Letizia. Antes de comprometerse con la madre de sus hijas y futura reina, Felipe mantuvo diversas relaciones esporádicas.
El rey también se lo pasó en grande en su juventud
Según las informaciones compartidas por Pilar Eyre en Lecturas, Felipe VI organizaba fiestas con destacadas modelos del país, ya sea en solitario o con un grupo de amigos. Disfrutaba enormemente de estos eventos, en los que, por supuesto, no faltaban mujeres. Para evitar que sus padres se enteraran, llevaba a cabo estas reuniones en una finca alejada, ubicada a 70 kilómetros de Madrid, en el pantano de San Juan.
A este lugar acuden muchos madrileños en verano para disfrutar de la 'playa' y practicar deportes acuáticos en sus extensas 650 hectáreas de superficie, y en su momento era un refugio de juventud para Felipe VI. Fue construido durante el franquismo en 1955, recoge las aguas de los ríos Alberche y Cofio para abastecer de agua y electricidad al suroeste de la Comunidad de Madrid.
Celebraba fiestas en la casa de un amigo
En este entorno, un amigo de Felipe poseía una casa que le prestaba para realizar sus fiestas. Estos detalles se mantuvieron en secreto gracias a la discreción de los escoltas del entonces príncipe.
Sin embargo, el lugar donde Felipe realmente disfrutó y fue feliz fue en Georgetown, lejos de la presión mediática y la influencia de sus padres. Durante unos años, pudo vivir como una persona normal, con fiestas nocturnas casi a diario.