Felipe y Letizia reviven aquella turbulenta crisis de 2013. Cuando creían que todo se había olvidado y habían vuelto a encauzar sus vidas, Jaime del Burgo rompe su silencio y desvela el motivo real de aquel inminente divorcio que finalmente se quedó en rumores. Los reyes no se distanciaron por las fechorías de Juan Carlos ni por el caso Nóos, sino por una supuesta infidelidad. Según el abogado, la reina fue infiel al rey con él durante años. Les descubrieron en 2013, momento en que atravesaron su crisis matrimonial y vivieron separados un tiempo.
Jaime del Burgo ha recuperado los mensajes que escribió hace unas semanas en la red social X, antes conocida como Twitter, para demostrar que no tiene ningún miedo a Casa Real. Su versión es totalmente cierta y tiene pruebas gráficas que lo demostrarían. Aunque de momento solo aporta datos para dar credibilidad a su versión. Por ahora lo único real es que fue durante unos años pareja de Telma Ortiz, con quien llegó a casarse pero a los dos años se divorciaron. Y era íntimo amigo de Felipe y Letizia.
El abogado conoció a Letizia cuando era una cara visible de TVE. Él estaba profundamente enamorado, e hizo todo lo posible para coincidir. Entablaron una amistad y poco tiempo después empezaron una relación. En 2003, Jaime le pidió matrimonio, pero se encontró con una desagradable sorpresa, ella estaba conociendo a Felipe. Dejaron de verse durante un tiempo y recuperaron el contacto cuando la entonces princesa de Asturias estaba harta de la corona. Se veían a escondidas en Barcelona, Madrid y Nueva York. Incluso tenían planes de futuro. Sin embargo, en 2013, tras una investigación, les descubrieron.
Las cláusulas que figuran en el acuerdo de divorcio de Felipe y Letizia
Los medios de comunicación ya hablaban de divorcio en el matrimonio. No se sabía el verdadero motivo, y nunca se supo hasta ahora, pero la separación de los reyes ya era una realidad. Letizia estaba dispuesta a marcharse, pero Felipe debía evitar un escándalo como ése. Utilizó a las niñas. Si ella se marchaba de Zarzuela, tal y como firmaron en las capitulaciones matrimoniales, Leonor y Sofía se quedarían con el rey y ella solo las vería en días estipulados y con mucho control.
Pero Letizia no se marcharía con las manos vacías. Antes de casarse, Letizia y Felipe acordaron cláusulas específicas que establecían el procedimiento a seguir en caso de una eventual crisis matrimonial. En el evento de un divorcio, Letizia aseguró su porvenir al expresar su intención de retomar su carrera como periodista, actividad que dejó al asumir el título de princesa de Asturias. El exabogado de la reina, David Rocasolano, hizo público este convenio, un extenso documento de 50 páginas. En caso de separación, Letizia recibiría una asignación económica mensual de carácter vitalicio proveniente de los Presupuestos Generales del Estado, en su calidad de madre de la futura Jefa de Estado, Leonor. Además, tendría acceso a dos residencias oficiales, una para la temporada de verano y otra para el invierno, junto con el personal de servicio necesario. No obstante, en la actualidad, Letizia podría enfrentar la pérdida de la custodia de su hija, la infanta Sofía, mientras que Leonor, al ser mayor de edad, permanecería en Zarzuela.