Si hay alguien en la casa real de quien se puede confirmar que le encantan sobremanera las mujeres, ese es el rey emérito Juan Carlos I. Según reveló el ex coronel Amadeo Martínez Inglés, el emérito se habría ido a la cama con unas 5.000 mujeres, mayoría de ellas pagadas. Así lo explica Martínez Inglés en el libro ‘Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes’. Una cifra que, según el autor, habrá aumentado desde que está en Abu Dabi. No obstante, circulan algunas informaciones acerca de que el rey Felipe, al menos durante un tiempo y hasta que Letizia Ortiz llegó a su vida, siguió los pasos de su padre.

Uno de los romances más sonados del rey Felipe, antes de Letizia, fue Eva Sannum. Una modelo noruega que volvió loco al actual Jefe de Estado. La joven no era buen vista en la casa real por varios motivos. Desde su posado semidesnuda en la revista Inteviú hasta el hecho de que era hija de divorciados. Además, Juan Carlos consideraba que no tenía la formación suficiente para ser consorte del futuro rey.

Eva Sannum
Eva Sannum

Eva Sannum salió de un catálogo de señoritas

Pero al margen de si Sannum era mejor o peor para el entonces príncipe de Asturias, contó el escritor Isidre Conill que Eva había salido de un catálogo de “señoritas” de la agencia de Javier Hidalgo, uno de los amigos de Felipe. Cuenta Cunill que fue Hidalgo quien generó el encuentro entre Felipe y Eva en una de las fiestas que se celebraban entonces. Y aunque no se refiere a Eva Sannum como prostituta, sí señala que “era muy dada a relacionarse con jóvenes adinerados”. Una Eva Sannum a la que, por cierto, habrían pagado desde la Casa del Rey para que desapareciera de la vida de Felipe, tal y como insinuó el cronista especializado en la casa real Jaime Peñafiel.

Y atención, porque a Letizia también la habría conocido mediante métodos parecidos. Cuenta Cunill que se encargó al director adjunto del programa Informe Semanal “llevar chicas guapas de la tele” a una cena que se celebró en la casa del periodista Pedro Erquicia, y que una de esas chicas era la Letizia Ortiz, entonces periodista en Televisión Española. Y que desde entonces”, Letizia tuvo “muy claro cuál era su meta a perseguir. Nunca se ha detenido ante nada ni ante nadie ni ha prescindido de sus irrenunciables ambiciones”.