La historia de Felipe VI y sus relaciones amorosas ha sido objeto de escrutinio y especulación desde antes de que se convirtiera en rey. Aunque su vida sentimental siempre se manejó con discreción, existió una relación en particular que dejó una marca profunda en su vida: su romance con la modelo noruega Eva Sannum. Este noviazgo, que duró cuatro años, representó una de las etapas más intensas y complicadas en la vida personal de Felipe, una relación que estuvo a punto de cambiar la historia de la monarquía española.

Felipe VI, entonces príncipe de Asturias, conoció a Eva Sannum durante un viaje a Noruega. A pesar de que él siempre había sido reservado y tímido en cuestiones amorosas, se enamoró perdidamente de ella. Más de lo que nunca ha estado de otra mujer. Eva, una joven modelo con una prometedora carrera, capturó su corazón con su naturalidad y frescura, características que contrastaban con las expectativas rígidas y formales de la realeza. Felipe estaba tan enamorado que empezó a presentarla poco a poco a la sociedad española, convencido de que ella podría ser la futura reina consorte.

Eva Sannum

La relación más  importante de Felipe antes de Letizia, rota por unas fotos en un revista

Sin embargo, la relación no tardó en despertar preocupaciones en los círculos más conservadores de la Casa Real. Aunque Eva Sannum era hermosa, elegante y educada, varios factores jugaron en su contra desde el principio. Tal y como recoge José Apezarena en su libro titulado ‘Los hombres de Felipe VI’, era extranjera, no tenía una formación católica, y su carrera como modelo la había llevado a posar en campañas publicitarias de lencería, algo que se consideraba inaceptable para alguien que aspiraba a ser reina de España.

Precisamente fueron unas fotografías de Eva en poses que, aunque artísticas, fueron consideradas demasiado explícitas por la opinión pública española lo que propició el final de la relación con Felipe. Estas imágenes desataron una tormenta mediática que puso en duda su idoneidad como pareja del heredero al trono. Los medios, alentados por ciertos sectores cercanos a Juan Carlos I, comenzaron a cuestionar abiertamente la relación, y las encuestas mostraban que la opinión popular era desfavorable hacia Eva.

Eva Sannum en ropa interior

Todavía se dice que Eva Sannum cobró para alejarse de Felipe VI

El rey emérito, Juan Carlos I, que ya había intervenido anteriormente en la vida sentimental de su hijo, esta vez lo hizo de manera más decisiva. Juan Carlos, que veía en esta relación un peligro para la estabilidad de la monarquía, presionó a Felipe para que rompiera con Eva. Bajo la presión de la familia, la prensa y la opinión pública, el príncipe se vio forzado a tomar una dolorosa decisión.

A pesar de estar profundamente enamorado, Felipe VI comprendió que su relación con Eva Sannum podría dañar no solo su imagen, sino también la de la monarquía. El peso de la responsabilidad que conllevaba su posición le obligó a poner fin a un romance que, de haber continuado, habría cambiado su destino y el de la Corona.

Algunas fuentes, como el periodista Jaime Peñafiel, han insinuado que Eva Sannum podría haber recibido una compensación económica para apartarse de la vida de Felipe. Aunque nunca se confirmó, el rumor de que se pagó a Eva para que rompiera con el príncipe ha persistido a lo largo de los años, alimentando la narrativa de que este amor no se extinguió por falta de sentimiento, sino por la presión del deber.