Este sábado es la reina Letizia la que ha acompañado al rey Felipe VI al acto de coronación de Carlos III de Inglaterra. Pero si sus padres, los reyes eméritos Sofía y, sobre todo, Juan Carlos, no hubieran intervenido años atrás, quizás no sería la ex de Televisión Española la que estaría al lado del rey de España en Londres. Y es que aunque es sabido que la consorte nunca fue del agrado de los padres de Felipe, hubo otra mujer que todavía les gustaba menos.
Tanto fue así que obligaron a su hijo a romper la relación. Y no solo eso. Jaime Peñafiel, cronista especializado en la casa real, deslizó que probablemente se pagó a ella un dinero para alejarla de la casa real.
Eva Sannum fue el gran amor de Felipe VI
Juan Carlos cogió un enfado de mil demonios cuando se enteró de que su hijo se casaría con la periodista Letizia Ortiz, una mujer que, a ojos del entonces Jefe de Estado, no era más que una divorciada que no tenía sangre azul. Su madre, Sofía, aunque tampoco veía con buenos ojos la decisión de su hijo, se puso del lado de este. Comprendía que no podían impedirle que decidiera con quién quería compartir su vida. Eso, o se arrepentía de que en el pasado ya habían intervenido en la relación más seria que había tenido antes de Letizia: Eva Sannum.
Eva fue el gran amor de de la vida de Felipe. El entonces príncipe estaba locamente enamorado de la modelo noruega. Hasta las trancas. Y su relación parecía que iba a ser para toda la vida. Se les veía muy bien juntos y ella era una mujer con modales, saber estar y educación. Es decir, la nuera que querría todo rey.
Juan Carlos interviene para alejar a Eva Sannum de su hijo Felipe
Pero al parecer, Eva no era del agrado de Juan Carlos. Inexplicablemente, el monarca no veía con buenos ojos aquella relación. ¿Envidia de que Felipe, a diferencia de él, pudiera tener lo que quería realmente? Nunca lo sabremos. Lo que sí han confirmado muchas fuentes es que Juan Carlos intervino para alejarla de su hijo, de la casa real y de su fortuna opaca. Obligó a su hijo a romper con ella mientras Sofía, que comprendía a su hijo, guardaba silencio absoluto. En cierto modo, ella también contribuyó a que Eva desapareciera de la vida de Felipe. “A mí me gustaría saber si se le pagó a Eva Sannum o no para que desapareciera”, deslizó Jaime Peñafiel.
Volviendo a las manipulaciones de Juan Carlos, impedir la continuidad de la relación de su hijo con Eva solo provocó que lo que vino después le gustara todavía menos. Quizás de ahí el enfado de Juan Carlos. Acostumbrado a que todos (y todas) le hicieran reverencias a su alrededor, pero Felipe hacía lo que le daba la gana, le quemó por dentro. Si hubiera calculado mejor, quizás hoy no viviría ‘exiliado’ en Abu Dabi.