Felipe VI contra las cuerdas. Juan Carlos I regresa a España para participar en las regatas de Sanxenxo y “arreglar papeles”. Casa Real estaba preparada para esta aparición, pero desconocía la fecha exacta. El rey habló con su padre y le pidió que no se presentase en su país hasta el fin de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas a finales de mayo. Sin embargo, éste ha desobedecido sus órdenes. No le importa poner en jaque el reinado de su hijo, ni el futuro de su nieta.
La última vez que Juan Carlos pisó suelo español fue para la misma visita. Estuvo en Sanxenxo en casa de Pedro Campos, quien utilizó al exmonarca como negocio. Montó un auténtico show. Su visita fue muy polémica y Felipe VI no quiere que esto vuelva a suceder. Ya que no han podido frenarle le han pedido máxima discreción. Si quiere volver a España de forma definitiva tiene que controlarse y dejar de ponerse en el foco mediático. Ha aceptado cambiar de residencia en sus días en la localidad pontevedresa y más escoltas para garantizar su seguridad e intentar pasar desapercibido, una misión complicada.
Toda la familia estaba al corriente de este viaje, especialmente la infanta Cristina y la infanta Elena que viajan con él y le hacen varias visitas al año en Abu Dabi para que no esté solo. Cristina le acompañó a París para acudir al acto de Mario Vargas Llosa, Elena le visita en los Emiratos Árabes. Él ya les contó sus intenciones. Éstas sabían que iba a crear un terremoto en Zarzuela, pero poco les importó, ya que la familia real está totalmente fracturada en dos.
La reina Sofía y el resto de la familia eran conocedores del viaje de Juan Carlos I a España
La reina Sofía es quién no sabe en que bando ponerse. No le gusta enfrentarse a nadie. Siempre servicial con los demás, aunque a ella la dejen sola y la aparten de todas las funciones. Le dolió mucho que Casa Real rompiese con una de las tradiciones más longevas, la Misa de Pascua en Palma de Mallorca. Tal vez por este motivo quiso devolvérsela a Letizia, aunque de esta forma tuviese que desafiar a su propio hijo, a quien no quiere desafiar.
La reina Sofía también era conocedora del viaje de Juan Carlos a Sanxenxo para participar en las regatas. Aunque no tuviesen una excelente relación y se odiasen, no dejan de ser marido y mujer y se conocen demasiado bien. Más ella a él. El emérito no iba a perderse una cita de estas características y menos con sus ganas de volver a España. Sus hijas le contaron las intenciones del exmonarca. Nadie comunicó nada a Felipe. Se enteró por los medios de comunicación, aunque también se lo imaginaba y pudo tomar decisiones antes de tiempo.
Felipe VI ha sentido una enorme puñalada por la traición de la reina Sofía, que hasta estaría dispuesta a ver a Juan Carlos I, aunque Zarzuela le pide que no se le ocurra dar ese paso tan arriesgado.