La historia del matrimonio entre el rey Felipe VI y la reina Letizia vuelve a estar en el ojo del huracán tras las recientes revelaciones de la periodista argentina Faccio. Según su investigación, la pareja habría ocultado información crucial a la Iglesia para poder contraer matrimonio religioso en 2004. Entre los hechos más polémicos destaca que Letizia, antes de su unión con Felipe VI, se había casado por lo civil con el escritor Alonso Guerrero y que además habría ocultado haber interrumpido un embarazo previo.
De acuerdo con la información publicada, la Casa Real y el propio Felipe VI habrían sido cómplices en la estrategia para lograr la aprobación eclesiástica para su boda. Letizia, que no ocultó su pasado divorcio por lo civil, tuvo que justificar ante el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, las razones por las que su primer matrimonio no debía considerarse un impedimento para la boda católica con el entonces príncipe de Asturias.
Según Faccio, la explicación oficial fue que la unión con Alonso Guerrero, al haberse celebrado únicamente por lo civil, no tenía validez canónica y, por tanto, no representaba un obstáculo ante los ojos de la Iglesia. Sin embargo, lo que no trascendió en ese momento fue la posible ocultación de otro hecho que podría haber complicado aún más la aprobación de la boda: un aborto previo de Letizia, que habría sido incompatible con la doctrina católica.
La postura de la Iglesia y la influencia de Zarzuela
El papel de la Iglesia en la validación de este matrimonio ha sido objeto de múltiples interpretaciones. Mientras algunos sectores sostienen que Rouco Varela estaba plenamente informado de la situación y prefirió mirar hacia otro lado para evitar un conflicto con la Casa Real, otros sugieren que fue deliberadamente engañado. En cualquier caso, la boda siguió adelante con la bendición eclesiástica y bajo la mirada de la sociedad española y la comunidad internacional.
El papa Francisco, quien en aquel entonces no tenía el liderazgo de la Iglesia, ha manifestado en varias ocasiones su postura estricta en cuanto a la indisolubilidad del matrimonio católico y el respeto a los valores cristianos. Con las nuevas revelaciones, la pregunta que queda en el aire es si la Santa Sede habría actuado de manera diferente de haber conocido todos los detalles.
Repercusiones en la monarquía
Años después de la boda, el matrimonio entre Felipe VI y Letizia ha enfrentado numerosas crisis internas y externas. La reina Letizia ha sido objeto de críticas tanto dentro como fuera de la familia real, y este nuevo escándalo podría aumentar la presión sobre la pareja. Mientras tanto, la Casa Real mantiene su habitual política de silencio ante las controversias que afectan a la monarquía.
Con cada nueva revelación sobre los secretos que rodearon su matrimonio, Felipe VI y Letizia enfrentan un creciente escrutinio sobre la transparencia y legitimidad de su unión. La monarquía, que ya lidia con múltiples desafíos de imagen y credibilidad, podría ver en esta historia un nuevo capítulo de crisis institucional.