Felipe VI y Letizia ya han celebrado sus dos décadas de amor. Un amor que tenía muchos detractores, nulo apoyo familiar por parte del novio, que sufrió algunas humillaciones y que fue relatado como un escándalo. Nadie entendía por qué el entonces príncipe de Asturias quería casarse con una joven periodista, divorciada e hija de una sindicalista. La antítesis de lo que se esperaba para futura reina de España y que, a final de cuentas, resultó ser la más interesada en acabar con las viejas costumbres y darle un aire respetable a la Corona. Hoy en día, pocas cosas se le escapan. Excepto la costumbre oculta de su marido, algo que solo los escoltas conocían hasta ahora.
Seguramente, que Letizia sea controladora fue parte de los ‘encantos’ que le robaron el corazón a Felipe VI hace muchos años. A estas alturas, es difícil considerar que la que fuera periodista de TVE pretendiera ser una dulce y complaciente novia en aquel entonces. Y es que se ha convertido en uno de los miembros más populares y formidables de la Casa Real, su poderío es mencionado en toda Europa. Aun así, a algunos se les hace inimaginable que un hombre de más de 1,95 metros de altura tenga restricciones y sea manipulado por su mujer.
Además de ser rey de España, es una de las figuras más influyentes del continente. Siendo así, ¿por qué se esfuerza tanto en ocultarle una afición particular a su mujer? Un vicio que solo sus escoltas conocían y que fue revelado recientemente.
Lo que Felipe VI no quiere que Letizia descubra
Pilar Vidal dio a conocer un secreto del rey, recientemente. Al parecer, hay días en los que evade la ‘vigilancia’ de su mujer y se permite un capricho. “Cuando el monarca necesita desahogarse, así como su padre cogía la moto y emprendía vuelo, él va a la gasolinera que hay cerca de El Pardo compra donuts de chocolate, se esperan a que se los coma y vuelven a palacio”, comentó. Un delito imperdonable, ya que Letizia es precursora de un plan alimenticio saludable que todos en Zarzuela deben seguir. Y que, por descontado, ha intentado implementar fuera de los muros del Palacio.
Carmen Duerto habla sobre cómo cambió Zarzuela con la llegada de la asturiana al poder en su libro Letizia, una mujer real. Hizo una transformación ‘eco’ que va desde el papel higiénico empleado a las bombillas eficientes, la adecuación de un huerto, el cambio de combustible y más. Otros de los cambios que introdujo fue el consumo obligatorio de ensaladas, verduras y legumbres. Redujo la carne y prohibió el azúcar, haciendo hincapié en los efectos severos que tienen estos alimentos para la salud. También empezó a llenar las despensas de chía, sémola y quinoa.
La fiscalización de la reina consorte en el ámbito de la comida es algo que se toma con total seriedad. El azúcar, sobre todo, está contraindicado y no tolera que ningún miembro de la familia lo consuma. Eliminó los zumos envasados, la bollería industrial y la costumbre de servir café con pastas. En su lugar, las visitas pueden elegir entre una variedad de infusiones y frutas.
Felipe VI, en ciertas ocasiones, puede llegar a ser un rebelde. ¿Letizia estará al tanto de lo que le esconde su marido?