La relación entre Felipe VI y Letizia ha vuelto a levantar suspicacias. Desde hace varios años, los rumores sobre una crisis matrimonial entre ambos resuenan en los pasillos de la Zarzuela, y se dice que esta crisis se arrastra desde 2012. En aquel momento, según algunas fuentes, estuvieron al borde del divorcio, con la prensa lista para publicar un titular que hubiese sido un auténtico escándalo para la monarquía española. Sin embargo, por el bien de la Corona, decidieron continuar juntos públicamente, aunque habrían optado por una convivencia distante, siguiendo el modelo de Juan Carlos y Sofía.
Una de las crisis más profundas entre los reyes se desató hace cerca de un año, cuando Jaime del Burgo, un abogado conocido, ofreció explosivas declaraciones que sacudieron los cimientos de Zarzuela. Según su versión, la reina Letizia habría sido infiel al rey con él durante un tiempo prolongado.
Felipe VI y Letizia, cese de la convivencia
Esta revelación puso en jaque al matrimonio y causó una crisis sin precedentes, haciendo evidente que, aunque la monarquía mantuviera la fachada de unidad, en privado ambos vivían vidas separadas. Las apariciones públicas de la pareja empezaron a denotar una tensión creciente, y, según fuentes críticas a la monarquía, hace ya tiempo que dejaron de compartir el mismo techo. Sólo se ven en actos institucionales para proteger la imagen de la Corona y para asegurar el futuro reinado de Leonor.
En los últimos meses, se ha visto con frecuencia al rey Felipe VI acompañado de sus amigos, especialmente los hermanos Fuster. Con ellos sale a cenar por zonas como Pozuelo de Alarcón o el centro de Madrid, mientras Letizia se queda en casa. La reina no simpatiza con los amigos de su esposo y no comparte sus aficiones, lo que ha contribuido al distanciamiento. Con Leonor y Sofía fuera de Zarzuela, estos planes por separado se han convertido en una norma. El rey se marcha frecuentemente de palacio, abandonando la residencia en un coche no oficial con cristales tintados, siempre acompañado por escoltas para su seguridad.
Las salidas de Felipe VI sin Letizia se multiplican
En las madrugadas de los fines de semana, es habitual ver el coche de Felipe VI saliendo de Zarzuela. Fuentes cercanas al palacio aseguran que siempre va solo y que Letizia se queda en casa, evitando cualquier interacción con los amigos de su esposo, a quienes parece despreciar. Es un patrón que se repite: Felipe regresa de madrugada, siempre que al día siguiente no tenga compromisos oficiales. En ocasiones, ni siquiera vuelve a dormir en Zarzuela y pasa la noche en la casa de Álvaro Fuster, uno de sus amigos más cercanos.
La creciente frecuencia de estos escapes nocturnos alimenta las especulaciones sobre el verdadero estado del matrimonio real. La decisión de Felipe VI de marcharse a altas horas de la madrugada sin compañía oficial ni familiar es vista por algunos como una señal de que el rey ha optado por llevar una vida personal alejada de Letizia. Las fuentes más críticas aseguran que esta separación encubierta ha sido la solución que ambos encontraron para no desatar un escándalo mayor que podría afectar la imagen de la monarquía española y, en particular, el rol futuro de sus hijas.