Esta Navidad tampoco será tranquila para los reyes. Nuevamente tienen muchas polémicas al frente, entre ellas las relacionadas con Juan Carlos I, pero ahora mismo Felipe VI está más preocupado por la salud de sus mayores. El monarca se enfrentará más pronto que tarde a un problema de grandes magnitudes, y es que su padre no puede continuar residiendo a miles de kilómetros de distancia. Si muere fuera de España sería un escándalo para la corona. Constantino de Grecia vivió en el exilio en Londres, pero cuando enfermó fue trasladado de urgencia a Atenas, donde falleció.

Aunque el único problema no es la salud de Juan Carlos I, tampoco hay que olvidar a la reina Sofía y a Irene de Grecia, quien en todo momento ha sido como una segunda madre para Felipe VI, Cristina y Elena. La hermana de la emérita se quedó soltera, la reina Federica no encontró ningún pretendiente para ella, tuvo la oportunidad de casarse con el emérito. Pasó unos días en Zarzuela para estar con la feliz pareja, y se quedó a vivir con ellos de forma indefinida. Ahora lleva más de cincuenta años. Cuando los eméritos tenían algún compromiso institucional, como un viaje de Estado, Irene se hacía cargo de los niños. Han pasado más tiempo con ella que con sus verdaderos padres, por ello le tienen mucho cariño. 

Irene de Grecia y Sofía / GTRES

La reina Sofía se ve afectada por la enfermedad de Irene de Grecia 

El verano del año pasado se confirmó que Irene de Grecia padecía Alzheimer, la enfermedad del olvido. Los monarcas no quisieron esconderla y mostraron el paso de la enfermedad con total naturalidad. En su siguiente aparición ya se la vio en silla de ruedas, muy desmejorada, con la mirada totalmente perdida. No reconoce a nadie, algo que produce una enorme tristeza en la reina Sofía, quien se ha quedado más sola que nunca.

La reina Sofía ya ha tenido algunos problemas de salud delicados, pero lo que más preocupa a día de hoy a sus hijos es la tristeza que arrastra por los últimos acontecimientos en la familia. Hace dos años se quedó sin su hermano y ahora ni su hermana la reconoce, como si no estuviese, ya no es ella, es simplemente un cuerpo. Debido a su avanzada edad tiene problemas de movilidad y algunos despistes, además ve como amigos de su entorno empiezan a desaparecer de su vida.

No lo muestra en los actos institucionales, pero está muy triste, las Navidades ya no son las mismas, aunque Felipe, Cristina y Elena intentan pasar tiempo con ella para animarla. Se espera que en estos días festivos se turnen para no dejarla sola. El último deseo de la reina Sofía es ver a toda la familia unida.

La reina Sofía con su hermana Irene / Europa Press