La vida de Iñaki Urdangarin ha dado un giro considerable tras su divorcio de Cristina de Borbón. Aunque nunca lo ha confirmado públicamente, se dice que ha recibido una generosa compensación económica por su separación. Juan Luis Galiacho, en su medio ‘El Cierre Digital’, fue el primero en informar que Juan Carlos I asumiría todos los costos del divorcio. Esta decisión se tomó en parte para que Urdangarin aceptara entrar en prisión, salvaguardando así la reputación de la corona.
El acuerdo, según la fuente, incluía un silencio remunerado. A Urdangarin le ofrecieron dos millones de euros por un libro que nunca llegó a escribir, precisamente para evitar dañar la imagen de la familia real. Además, recibiría 25.000 euros mensuales de por vida. Y aunque nada de esto haya sido confirmado, lo cierto es que su estilo de vida responde a esta situación.
Iñaki Urdangarin, pacto de silencio roto
Estos pagos también cubrirían los gastos de sus cuatro hijos, ya que Iñaki no contribuye económicamente a su educación y manutención. La corona se siente obligada a tratar bien a Iñaki debido a la información sensible que posee. El acuerdo final fue difícil de alcanzar: Iñaki no quería ceder y Cristina no facilitó las cosas, obligando a Juan Carlos I a mediar en el conflicto.
Una de las condiciones clave del acuerdo, según Pilar Eyre, era que Urdangarin debía mantenerse en un perfil bajo, alejado de los medios de comunicación. No obstante, hace unas semanas rompió esta cláusula al conceder una entrevista exclusiva, lo que provocó un gran revuelo en la Zarzuela. La Casa Real le advirtió que si continuaba con este comportamiento, perdería todos los beneficios económicos acordados.
Mosqueo en Zarzuela con Iñaki Urdangarin
Aunque lo que más preocupa en Zarzuela es que desde que comenzó a recibir estos pagos, Urdangarin ha llevado una vida de lujo. Viajes a Camboya i Londres para visitar a sus hijos, hoteles de cinco estrellas, restaurantes de lujo, compras, excursiones exclusivas.... Un estilo de vida cuestionable, pues sería imposible basándose en que Iñaki no tiene trabajo y que asegura no tener dinero. Es decir, no se explica sin los fondos proporcionados por Juan Carlos.
La actitud de Iñaki Urdangarin ha generado un gran malestar en Felipe VI. La ostentación de su lujosa vida contrasta fuertemente con los esfuerzos de la Casa Real por proyectar una imagen de austeridad y responsabilidad en tiempos de crisis económica. Felipe VI ha trabajado arduamente para distanciarse de los escándalos y restaurar la confianza en la institución. Las acciones de Urdangarin, sin embargo, complican estos esfuerzos y provocan descontento tanto en la prensa como entre la población.