Felipe VI ha aterrizado este domingo 23 de junio en Tallin, la capital de Estonia. Empieza así un viaje oficial con tres paradas en los países bálticos, junto con Lituania y Letonia. Lo hace sin la compañía de su esposa Letizia, de la que se separa nuevamente después del frenesí festivo por la conmemoración de los 10 años como reyes. Un poco de distancia, que ya va bien. Eso sí, el tema de la compañía del monarca está marcando las primeras horas de la visita; sobre todo porque Felipe está solo. Muy solo. Tiene a alguien a su lado de milagro, de hecho.

La principal autoridad que ha desembarcado junto al soberano es ningún ministro ni secretario de Estado. Por descontado, tampoco se ha sumado el presidente del gobierno Pedro Sánchez, ni tampoco Alberto Núñez-Feijóo, alias "nosoypresidenteporquenoquiero". El afortunado, entre comillas, ha sido un militar. Y no el primero de la lista, sino más bien el que encontraron a mano: el comandante de Operaciones, el teniente general Francisco Braco, máximo responsable de las misiones en el exterior. El hombre ha sido llamado de urgencia tras las bajas de Margarita Robles, titular de Defensa, o José Manuel Albares, de Exteriores, los dos excusándose con compromisos ineludibles. En su lugar, el escogido tenía que ser el Jefe del Estado Mayor de Defensa Teodoro López Calderón, pero a última hora del sábado por la noche comunicó que se encontraba mal. Un caos. 

Margarita Robles y cabeza|cabo|jefe del Estado Mayor de la Defensa, Teodoro Esteban López Calderón EFE
Margarita Robles y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Teodoro Esteban López Calderón / EFE

El rey ha sido recibido por el presidente de la República, Alan Karis, quien acompañará al español durante su corta estancia. El plan, después de la recepción y honores militares en el Palacio de Kadriorg, es visitar el Parlamento y, justo después, el portaaviones 'Juan Carlos I' amarrado en el puerto de Tallin. Este buque, junto con la fragata 'Blas de Lezo', ha participado en el ejercicio que la OTAN lleva a cabo anualmente en el Báltico. Se trata de la primera visita oficial de Felipe VI a contingentes españoles en el extranjero desde 2019, cuando coincidiendo con su 51º cumpleaños aterrizó en Irak. También su estreno en estos países independizados de la URSS, actualmente en una situación comprometida por|para la presión de Vladímir Putin. Juan Carlos y Sofía sí que los visitaron en 2009, en plena impunidad del emérito y con una coyuntura internacional mucho más relajada.

El resto del viaje continuará en Lituania durante la jornada del lunes, país donde España tiene desplazados aviones de combate y transporte, aparte de 200 efectivos, que forman parte de la Policía Aérea del Báltico. Al día siguiente, ya en Letonia, tocará presentarse en la base de Adazi, con 650 soldados españoles en el batallón que la OTAN ha creado para mantener la calma con Rusia. Si vis pacem, para bellum. Allí dejará de ser un alma solitaria: la fiel ministra Margarita Robles llegará para que no se sienta tan abandonado, pobre, antes de volar de vuelta a Madrid. Cómo diría aquel del APM: 'Ahora es tarde'. O mejor, como la infanta Sofía en Leonor: "Qué desastre".

bbf64f1f8f2669df34062a869e8bda379a5a3e09
Felipe VI en Tallin con el presidente de Estonia, Alan Karis / EFE