Felipe VI es el rey de España, pero la verdadera reina, quien toma las decisiones en Zarzuela es Letizia. La asturiana está dispuesta a preservar la corona para ver a su hija ostentar el trono de su padre. La monarquía ha vivido sus años más oscuros con las últimas polémicas que rodearon a Juan Carlos I, a Iñaki Urdangarin o a Froilán, por este motivo Letizia obligó a Felipe retirarlos de Casa Real. Ahora solo se compone de los actuales reyes, la princesa de Asturias, la infanta y la emérita. De ellos, solo una persona ha viajado a Roma para asistir esta misma mañana a la misa funeral por la muerte de Benedicto XVI.
Será la reina emérita Sofía quien se ha desplazado hasta el Vaticano. La madre de Felipe VI es una persona muy religiosa como demostró en sus años de mandato. Siempre estaba involucrado en temas relacionados con la religión, no se perdía ni uno solo. Una gran diferencia con la reina actual, que odia profundamente la religión. Se declara agnóstica. Ella está incómoda, por este motivo ha decidido no acudir a la misa, y ha obligado al resto de integrantes de Casa Real a que tampoco vayan. Felipe VI hubiese ido encantado, pero se le ha prohibido. Leonor acaba de empezar el curso en Gales y Sofía está en casa.
Letizia prohíbe ir al funeral de Benedicto XVI
Letizia ha mejorado la imagen de Casa Real en varios puntos en relación a los años de reinado de Juan Carlos I, hay una mayor aceptación, y es que Felipe VI y Leonor están muy bien considerados. La actual reina está haciendo todo lo posible por acercarse más a la ciudadanía, y especialmente a los más jóvenes, un grupo que ha olvidado completamente la religión. Pocos son creyentes, la Casa Real tampoco.
La mujer de Felipe VI ha preferido cambiar la religión por la cultura, el feminismo o las enfermedades raras, donde se mueve como pez en el agua. A diferencia de la emérita, Sofía se educó en la confesión ortodoxa. Letizia intenta no acudir a ningún acto religioso, si lo puede evitar, igual que hacía cuando era una ciudadana de a pie, nunca fue a misa. Es agnóstica confesa y solo se ciñe a lo estrictamente obligatorio.
La única vez que a Letizia no le quedó más remedio que resignarse fue el día de su boda. Si quería casarse con Felipe no tenía más remedio que cumplir con todo el ritual y pasar por la iglesia. Se casaron en la Catedral de la Almudena. Cuando se casó por primera vez con Alonso Guerrero lo hizo por lo civil.
Así Felipe VI solo ha tenido unas breves palabras para el Vaticano lamentando profundamente la muerte de Benedicto XVI. Letizia ni tan siquiera se ha pronunciado. Aseguraba que había recibido la noticia con “una gran tristeza” y ha destacado que Benedicto XVI lideró la Iglesia Católica con "extraordinaria vocación de servicio, humildad, entrega y amor”. "Benedicto XVI lideró la Iglesia Católica con una extraordinaria vocación de servicio, humildad, entrega y amor. Guardamos, con profundo sentimiento, el recuerdo del cariño con que siempre distinguió a España con sus visitas a Valencia, Santiago de Compostela, Barcelona y Madrid", ha añadido Casa Real al mensaje adjuntando una foto de los Reyes junto al papa emérito.