Este verano está siendo sin duda inusual para la familia real. Los Juegos Olímpicos de París han irrumpido en medio de su agenda institucional y sus vacaciones. Los reyes y sus dos hijas se están turnando estas semanas para apoyar a los deportistas españoles. Felipe y Letizia asistieron a la inauguración, pero regresaron a Palma de Mallorca para la recepción de las autoridades de la isla. Leonor y Sofía se quedaron en París para presenciar algunas competiciones en diversas disciplinas. La semana pasada, a mediados de semana, la reina volvió a hacer las maletas para regresar a París y mostrar apoyo a los atletas. Ahora que ha finalizado la competición de vela, será el rey quien pase unos días en la capital francesa. Los monarcas ya han celebrado la tradicional cena veraniega en su restaurante favorito, 'Mía'. Se les ha visto acompañados de sus dos hijas, la reina Sofía, Irene de Grecia, visiblemente desmejorada y en silla de ruedas, y los íntimos amigos de la reina emérita.
Estos movimientos solo evidencian que la relación entre los reyes no atraviesa su mejor momento. En los últimos meses se ha hablado constantemente de una crisis entre ellos, una mala relación que se dice arrastran desde 2012. Incluso se ha llegado a sugerir la teoría de un matrimonio de conveniencia, o hasta un cese de la convivencia, siguiendo el ejemplo de Juan Carlos I y Sofía.
Letizia ha pasado varios días en París, desvinculándose totalmente de Felipe VI y de la competición de vela. Cabe recordar que la reina no es una amante del deporte, y mucho menos de la vela, ya que la asocia con Juan Carlos, de quien ha querido distanciarse en los últimos años. Esta situación no proyecta una buena imagen para el futuro reinado de Leonor. Por este motivo, ni la princesa ni su hermana Sofía se han dejado ver por la isla en los últimos días.
Felipe y Letizia han optado por el cese de la convivencia como Juan Carlos y Sofía
En resumen, este verano atípico, marcado por la separación de actividades y la presencia en los Juegos Olímpicos, ha servido para resaltar aún más las tensiones dentro de la familia real, evidenciando problemas de relación y distanciamiento entre sus miembros, lo que podría afectar la percepción pública y el futuro de la monarquía.
Se habría hecho evidente en estos últimos meses con los movimientos de los reyes, pero se cree que en 2012, tras afrontar la crisis más importante de su matrimonio, Felipe y Letizia habrían llegado de mutuo acuerdo a firmar el cese de la convivencia con sus abogados. Se ha hecho de tal manera que ninguno de los dos salga perjudicado. La reina es quien más gana en toda esta historia. Ya que venía con los bolsillos vacíos y sale con millones de euros y muchos beneficios. Solo tiene que simular mantener una relación con Felipe, aunque son muchos como Pilar Eyre o Maica Vasco que tan solo ven una relación “de equipo”. De cara al público todo sigue igual, aunque es evidente que no es así.