Felipe VI ha roto relaciones con Juan Carlos I. El emérito decidió tomarse la justicia por su mano sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos. Está harto de vivir solo a miles de kilómetros de su país y ha decidido vengarse. Empezó demandando por sorpresa a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en su último libro. Más tarde confirmó que publicaría unas memorias este verano con la editorial Planeta. Casa Real no era conocedora de ninguno de los movimientos del marido de la reina Sofía. Se ha desvinculado totalmente para no perjudicar a la corona. El emérito no sabe el daño que está haciendo al reinado de su hijo, pero parece que a día de hoy ya le importa muy poco. Solo quiere dejar claro que continúa siendo una persona todopoderosa y no quiere caer en el olvido.

Se desconocen los verdaderos motivos por los que Juan Carlos I habría actuado de esta forma ahora. Pero todo apunta a que podría ser fruto de los últimos resultados médicos. No han sido buenas noticias para el emérito. Sus médicos de confianza en el hospital La Tour de Ginebra le han confirmado que el tratamiento en medicina regenerativa con células madre no surte efecto debido a su artrosis, tan avanzada que incluso su pierna izquierda está ya prácticamente inmóvil. Se quedará en silla de ruedas, será una persona totalmente dependiente, una de las mayores pesadillas.
Juan Carlos I tendrá que confirmar su relación extramatrimonial con Corinna Larsen
Con la demanda a Miguel Ángel Revilla generó un auténtico debate en España, pero por desgracia no solo su familia se puso en su contra, también políticos, empresarios, periodistas, ciudadanos, nadie entendía la demanda al político, una de las personas famosas más queridas de España. El cántabro le acusó de no tener valor de demandar a personas que de verdad le han hecho daño, como Corinna Larsen o Bárbara Rey, y ha dañado su orgullo. Finalmente el emérito se vio en la obligación de demandar a la empresaria alemana que tanto daño ha hecho a su imagen pública.
Pero esto implica una respuesta. La reina Sofía continúa siendo su mujer oficial aunque haga muchos años que cesaron la convivencia. Juan Carlos I tendrá que ir a los tribunales a declarar sobre su relación con la empresaria. Deberá confirmar que tenía una relación extramatrimonial, otro escándalo y una humillación más para la emérita tras confirmarse la relación de su marido con Bárbara Rey.
“Es que es abrir otra vez la llaga, abrir otra vez la herida que tanto le dolía y echarle sal y vinagre. La reina está absolutamente sola, no tiene a nadie en quien confiar y tiene que pasar estos momentos difíciles absolutamente sola sin que nadie no solamente la ayude, sino sin que nadie la recuerde. Lo que más me impresiona de toda esta historia es que Juan Carlos sea tan egoísta como para arrastrar el nombre de Corinna, su amante, por los tribunales, estando su mujer viva y es su mujer, no su exmujer, no es la mujer de la que se divorció, sino su mujer actual. Me parece una muestra de egoísmo, de machismo, de egocentrismo, de egolatría absoluta por parte de Juan Carlos”, argumenta Pilar Eyre en una entrevista al Huffington Post.
