Felipe VI ha cogido más fuerza en la institución desde que se ha hecho pública la campaña de desprestigio contra Letizia al revelar esa supuesta infidelidad con Jaime del Burgo. Desde entonces la madre de Leonor y Sofía se ha mantenido en un discreto segundo plano como reina consorte. Sin embargo, el monarca se ve sometido a mucha presión porque no esperaba que sus padres sufrieron por problemas de salud que aparentemente no han sido preocupantes. El emérito un resfriado y la emérita una infección en el tracto urinario, que aunque recibe antibióticos durante unas semanas, ya está mucho mejor. De hecho, ya ha recuperado sus compromisos institucionales. Este martes 23 de abril ha viajado hasta Polonia.
La reina Sofía ingresó hace dos semanas en la clínica Ruber de Madrid a causa de una infección en el tracto urinario. Debido a su edad los médicos prefirieron que se quedase en observación unos días. Recibió el alta hospitalaria el sábado por la tarde de la misma semana. Se marchó por su propio pie y sola, en el coche oficial. Al despedirse de la prensa se le vio en la mano la vía, señal de que todavía debía recibir antibióticos en casa por vía, que son mucho más eficaces.
Felipe se enfada con Juan Carlos por no visitar a la reina Sofía
La infanta Elena y Sofía la visitaron todos los días. También lo hizo la infanta Cristina, aunque de incógnito para no enturbiar la imagen de la corona ni encender a la prensa. Sabemos que estuvo esos días en Madrid, igual que durante el fin de semana se la vio en Barcelona, desde que no está Irene cada vez viene más a España. Juan Carlos también. Desde que Letizia ha perdido poder en la institución, nadie cierra las puertas al emérito. Sin embargo, aunque la semana pasada viajó a Sanxenxo para participar en las regatas, no se dignó a visitar a la reina Sofía. Hubiese sido un bonito gesto por su parte y hubiese demostrado el cariño que se profesan a pesar de todo.
Parece que para Juan Carlos la reina Sofía nunca ha sido alguien importante en su vida. Totalmente olvidada. Ha preferido pasárselo en grande en Sanxenxo con su amigo íntimo Pedro Campos que visitar a la madre de sus hijos en el hospital o en Zarzuela. Una visita rápida que no hubiese significado ningún esfuerzo, pero hubiese tenido mucho valor.
Felipe se ha enfadado con él por su comportamiento descortés y se lo ha hecho saber. Está muy enfadado. El rey siempre ha sido muy protector con su madre, se desvive por ella, y estos días han sido muy duros para él. Muy preocupado.